Quentin Tarantino ha jugado con la posibilidad de que presente el montaje inicial de la película Érase una vez en… Hollywood, que duraba más de cuatro horas, pero dentro de un año.
La duración original de la película fue de 161 minutos, con un relanzamiento de cara a los premios que incluía 10 minutos de nuevas escenas, pero todo el mundo sabe (por actores que incluso no aparecieron en el montaje final) que Tarantino había rodado mucho más. Incluso escribió el guión de cinco episodios de Bounty Law para rodarlos algún día y que ayudasen a su reparto preparando la película… Recientemente se ha proyectado la película gracias a Collider, junto a Tarantino, Lenonardo DiCaprio y Brad Pitt. Al final de la proyección los tres contestaron a preguntas de la audiencia y alguien, lógicamente, preguntó por ese montaje de 4 horas y por qué no se estrenó…
Tarantino asegura que adoraban el montaje y no querían desprenderse de nada, pero sabían que no muchos querrían ver una película de 4 horas, así que pidió ayuda a Tim Rothman de Sony, para decidir qué cortar y el resultado es la versión que conocemos. Pero Brad Pitt no iba a dejar a Tarantino escaparse así como así, por lo que le preguntó, ante la ovación de la audiencia, si podrían algún día ver esa versión, de un modo u otro. Tarantino no fue directo, pero dejó una pista clara, diciendo que cuando todo esté dicho y hecho, de aquí a un año podría ser y seguramente sea así. No rechaza la idea, pero tampoco lo confirma con claridad, así que toca esperar un año al menos para ver si llega esa versión de 4 horas…
Jesús Usero
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