Dando la Nota Aún más Alto ****
Una secuela que ha conseguido superar en sólo 3 días lo que consiguió la otra en toda su carrera comercial. Y lo ha conseguido repitiendo la fórmula, cambiando un par de elementos, pero manteniendo las claves tanto argumentales como emocionales. Porque es una película llena de guiños para el espectador que mejora aspectos de la anterior, sobre todo en el tema romance, con dos historias de amor que son, como poco, peculiares, y muy divertidas. El resto, casi idéntico, las Bellas enfrentándose a la adversidad y a un enemigo al que parecen no poder vencer, las tribulaciones de Becca (Anna Kendrick), la pelea entre el grupo, la actuación fallida, la competición no oficial… y la batalla final… todo está en el mismo sitio, del mismo modo… pero sigue funcionando.
Por un lado no abusa de los lugares comunes, sino que aprovecha lo que el público quiere ver y lo potencia con los eternos guiños a la primera película y con un sentido del humor tan gamberro como arrollador. Con personalidad, con mucho carisma por parte de su reparto y sus personajes, olvidándose de la corrección política con los personajes de John Michael Higgins, Rebel Wilson, Ester Dean o Hana Mae Lee. Y apoyados siempre por otros como Adam Devine, Alexis Knapp, Brittany Snow, la recién llegada Hailee Steinfeld, Ben Platt, Skylar Astin, Anna Camp o Elizabeth Banks. El reparto lo borda, convence y encandila al público por la clave del gamberrismo más sano, aunque la reina sigue siendo Kendrick, claro.
Es cierto que no hay nada original en la película y que si hay una tercera película tendrán que cambiar el estilo para no cansar. Y hay personajes como el de Astin que desaparece media película, o Katey Sagal que apenas hace un cameo. Pero son minucias. Los números musicales son tan espectaculares, divertidos y únicos como en la anterior o más. Los personajes destilan carisma y se ríen hasta de su sombra (Wilson es la que más triunfa, pero no la única) y hay risas suficientes como para que no sólo se nos pase volando la película sino que nos quedemos con ganas de más. No, en principio no es mi tipo de película, pero la original ya me conquistó y ésta ha vuelto a hacerlo, superando incluso a la primera. Emociona y tiene su propia épica. Y es una muy buena película hecha por y para los fans. Que no son pocos…
Jesús Usero
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