Lío en Broadway ***
Les puede costar encontrar al director de películas como La Última Película o Luna de Papel en Lío en Broadway, aunque su amor por el séptimo arte queda claro desde los primeros compases de esta película, que es una ligera comedia sentimental, a caballo entre lo antes mencionado y el cine de Howard Hawks o Preston Sturges, por mencionar sólo a dos. Lo que debería ser una ácida comedia con punzantes diálogos, encanto y mucha ironía, acaba siendo una amable película sobre una joven prostituta que recuerda cómo llegó a convertirse en lo que es hoy, dejando además claro desde el principio del relato, que la historia que cuenta puede ser tanto invención como realidad, porque a veces no hay que dejar que la verdad estropee una buena historia.
Esa joven prostituta es el alma de la película y está interpretada por la siempre interesante Imogen Poots, una joven de Brooklyn que quiere ser actriz pero que, para pagar facturas, por el camino se convierte en chica de compañía, hasta que llegue su gran oportunidad. La inocencia de su personaje, su ingenuidad, su romanticismo incurable y su eterno optimismo, son las claves de la película, porque todos los demás personajes giran en torno a ella. Unos personajes interpretados por Owen Wilson, Jennifer Aniston, Rhys Ifans, Debi Mazar, Cybill Sheperd, Illeana Douglas, Tatum O’Neal, Will Forte, Jennifer Esposito o algún cameo especial más, y en su reparto encontramos un gran motivo para ver la película.
Una película que es divertida, ligera, cercana y optimista, pero que no termina de aclararse entre lo antes mencionado. No sabe si quiere ser Woody Allen (el personaje de Aniston, por ejemplo, o Wilson, que parece sacado directamente de Medianoche en París…) y los grandes de la screwball comedy, donde tampoco termina de tener ese ingenio necesario. Tiene encanto, pero termina careciendo de pasión o de algo que la haga especial, diferente. Divierte y entretiene, pero no llega a más, no consigue convencernos de que es una película especial o diferente al resto. No parece una película de Peter Bogdanovich, sino de Bogdanovich intentando ser otra cosa. Alguien distinto, y no termina de conseguirlo. Pese a su enorme potencial. Disfrútenla, pero no le exijan mucho más. Jesús Usero
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