Call me by your name *****
Porque eso es de lo que trata Call me by your Name. Una historia que empieza a sonar para los premios y que nos lleva a un pequeño rincón del norte de Italia, en 1983, donde una familia, la del profesor Perlman interpretado por Michael Stuhlbarg, pasa los veranos, con su hijo Elio (Timothée Chalamet) y su esposa Annella (Amira Casal). Un paraje precioso donde el tiempo parece estar detenido y donde el joven Elio no tiene mucho que hacer, además de leer, pasear y, de cuando en cuando, tontear con la joven Marzia (Esther Garrel) cuando pasa tiempo con el grupo de jóvenes del lugar. Cada año su padre acoge a un estudiante que le ayuda con sus investigaciones, y este año le toca a un americano bastante peculiar, Oliver (Armie Hammer), con el que Elio tendrá una relación que comienza siendo casi incómoda, para poco a poco convertirse en el primer gran amor del protagonista, en una historia que en cierta medida moldeará su vida. Definirá quién es realmente, como suele suceder con todo el mundo en la adolescencia. Al final de eso se trata el viaje de Elio, del camino para descubrir poco a poco quiénes somos y cuál es nuestro lugar, en este caso en la Italia de inicios de los 80 y en un mundo en el que ciertas cosas se escondían del mundo. Cosas que, por suerte, poco a poco van cambiando para mejor.