El Secreto de Adaline **
La historia prometía bastante, con una joven mujer nacida al inicio del siglo XX, que parecía encaminarse a una plácida vida, casada y con una hija, hasta que la tragedia la golpea, perdiendo primero a su marido, y sufriendo un terrible accidente que cambia su vida para siempre, impidiendo que envejezca, lo que la llevará a escapar y dejar atrás su vida para ir cambiando de nombre y hogar cada cierto tiempo, intentando mantener su secreto y sin dejar que nadie se acerque a ella emocionalmente. Eso cambiará en nuestros días, cuando conozca a un joven que cambiará su forma de ver el mundo y quizá le devuelva la esperanza. Aunque el pasado tiene formas muy curiosas de volver a nuestra vida cuando menos lo esperamos, llevándonos al desastre.
Lively no está sola, y hay dos nombres que destacan especialmente, Harrison Ford y Ellen Burstyn. El primero tarda demasiado en salir, pero cuando lo hace, la película cambia bastante, para bien, mientras que Burstyn aparece muy poco, y aprovecha cada escena para que su presencia se haga notar. Eso señala un problema, sobre todo con Ford. Hasta su llegada la historia va a trompicones, a tirones de ritmo que alargan la trama innecesariamente con varios desvíos que hacen que cualquiera se despiste. Luego hay que aceptar el giro argumental de Ford, que cuesta, pero si se consigue, la película levanta el vuelo sólo con su presencia. Cobra interés con una especie de triángulo amoroso inesperado y peculiar…
La pena es que decida tirar por el camino de lo romántico, lo convencional, en lugar de aprovechar un personaje interesante para, con una trama de tintes fantásticos, contar los cambios en el siglo XX y parte del XXI en la vida de una mujer y de las mujeres en América en general. Eso se intuye en la película, pero no lo explota. Una pena. Lo romántico quizá venda más, pero está mucho, mucho más trillado, tiene momentos muy blandos y si no le interesa el género, la película le dará igual. No molesta, no es horrenda, como alguna de las últimas historias románticas de Nicholas Sparks, pero es muy complicado que se eleve por encima de la media si sabemos qué va a suceder a cada segundo y encima nos lo edulcoran todavía más. Quizá una oportunidad perdida. Pero quien aprecie el género romántico, seguro que la disfruta.
Jesús Usero
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