Hiram García, productor de la película protagonizada por Emily Blunt y Dwayne Johnson, ha hablado de la secuela y ha anunciado que será mucho más grande que la primera película.

      Tras su estreno en cines y en Disney + al mismo tiempo, Jungle Cruise se convirtió en un éxito para Disney, con una recaudación de más de 200 millones de dólares en todo el mundo en mitad de la pandemia, y con lo recaudado a través de Disney+ con el servicio Premium. Por eso un mes después del estreno se anunció desde Disney la puesta en marcha de una secuela que contaría nuevamente con Dwayne Johnson y Emily Blunt como protagonistas, y con Jaume Collet-Serra como director, lo que supone una nueva colaboración con Johnson, al que también ha dirigido en Black Adam. La nueva película no tiene fecha de rodaje ni de estreno, debido a los muchos proyectos de los implicados, pero parece ser que uno de los productores ya tiene claro lo que debe ser.

La productora de la película, Legendary, ha hecho oficial que Dune tendrá una secuela que continuará con la historia del planeta Arrakis, lo que ha hecho que los fans estén eufóricos.

      Nadie las tenía todas consigo, pero los números iniciales eran sólidos. Al contrario que otros titanes de la taquilla y los presupuestos como Bond o las películas Marvel, que suelen estrenarse al mismo tiempo o casi en todo el mundo, la estrategia de Dune fue llegar a un buen puñado de territorios a mediados de Septiembre y un mes después estrenarse en USA en cines y HBO Max a la vez, lo que hizo que la taquilla despegase sólidamente pero con mucha menos fuerza que esos otros blockbusters que, por ejemplo en el caso de Bond llevan más de 500 millones recaudados. Dune llegó a los cines en USA la semana pasada y consiguió unos respetables 40.1 millones de dólares en su estreno, más de lo esperado y el mejor estreno Warner Bros. desde que cambiaran su política de estrenos para 2021.

La actriz sigue dispuesta a interpretar a Lara Croft una vez más al menos, y ha hablado sobre la secuela y en qué estado se encuentra el proyecto que sigue en pie, según ella misma.

      Aunque comercialmente la película pinchó en Estados Unidos, Tomb Raider, el reboot del personaje de Lara Croft salido de los videojuegos, tuvo una buena acogida en el resto del mundo. Con un presupuesto de 94 millones de dólares, la película recaudó más de 270 millones en todo el mundo, casi multiplicando por tres la inversión inicial y haciéndose merecedora de una secuela con la que se ha rumoreado mucho en los últimos años, pero que se concretó con la elección de un director como Ben Wheatley y su guionista habitual, Amy Jump, quien escribirá el guión. Pero debido a la pandemia muchos proyectos han quedado pausados o incluso olvidados.

La esperada secuela de la película protagonizada por David Bowie y Jennifer Connelly, tendrá como director a Scott Derrickson, quien hace nada abandonó Doctor Strange 2 de Marvel.