Y así nace la leyenda. Así vemos cómo poco a poco todos los tópicos sobre Papá Noel se van cumpliendo. Cómo surge el trineo, la chimenea, el portarse bien, los vuelos, el traje… Todo nace de mil y una aventuras que nuestros protagonistas viven. Y las viven gracias a la dirección de Sergio Pablos, maestro de la animación tradicional en 2D que no se deja intimidar y se lanza a dirigir una película en 2D, aunque a veces no lo parezca, de animación tradicional, pero con un tratamiento de la luz, la fotografía y la imagen que es simplemente brutal. Hay que ver la película para creer de lo que es capaz esta gente a la hora de volver a contar una historia con animación tradicional… Y desde un rincón de Madrid. Pura artesanía y talento.
Nada de eso, como decíamos antes, serviría de nada, si no viniese acompañado de un guión sensacional, y de unas interpretaciones (en inglés) maravillosas, con Jason Schwartzman, JK Simmons y Rashida Jones al frente del reparto. Sus personajes son una delicia y el humor de la película es demencial. Ese pueblo dividido, con esas familias dispuestas a apuñalarse las unas a las otras, con esos tonos oscuros, casi de cine de terror. Con unos chistes brutales, salvajes, desmedidos en muchos casos… Una niña apuñalando un muñeco de nieve, una batalla campal salvaje… Hilarante. Pero también emotiva y cercana. La historia de amistad y lealtad, el corazón de Klaus, es la de los dos protagonistas y es una historia que nos llegará al corazón. No recuerdo una película navideña tan emotiva desde ¡Qué Bello es Vivir!, ni tampoco una que tratase a los personajes y al espectador con tanto respeto e inteligencia. No busca la sensiblería, no quiere caer en tópicos, en humor bobalicón o en un tono infantil. Nada de eso sucede en Klaus y por eso es tan, tan buena. Una maravilla para toda la familia.
Jesús Usero
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