Hubie es un tipo que no tiene muchas luces, pero que está obsesionado con cuidar de su pueblo, Salem, especialmente en Halloween. Hijo único, soltero, algo lento, y terriblemente asustadizo, Hubie vive entre el acoso de la gente que se ríe de él y la mujer de sus sueños, a la que no es capaz de decirle lo que siente. Pero este Halloween todo va a cambiar, porque con la fuga de un recluso del hospital psiquiátrico, un antiguo residente de Salem realmente peligroso, la pequeña ciudad corre peligro, y sus habitantes puede que se enfrenten a la peor noche en años, si Hubie no puede impedirlo, claro. No es muy complicado ver por dónde van los tiros ni qué es lo que pretende el actor, guionista y productor, acompañado nuevamente de su director habitual Steven Brill, y de sus amigos delante de las cámaras.
Por supuesto junto a Sandler, que interpreta el papel con la convicción de quien lleva haciendo algo similar más de 20 años, aparecen los habituales en pequeños o grandes papeles. Nombres como Kevin James, Steve Buscemi, Ben Stiller, Rob Schneider, Shaquille O’Neal… Y además hay un puñado de actores con talento sumándose como June Squibb, Julie Bowen, Michael Chiklis o Ray Liotta. Y todos y cada uno de ellos están desaprovechados. De hecho, lo que hacen con Bowen, a quien sólo le conceden un chiste en toda la película (el mejor al menos, la amenaza del gato y la cara del mismo…) es de juzgado de guardia.
No es cuestión de que nos guste más o menos su humor, de que entendamos que en menos de diez minutos tenga que aparecer un chiste escatológico (es Adam Sandler, son continuos, infantiles y ridículos…), y que no aproveche la mala uva que a veces, sólo a veces, aparece. Como lo del gato, nuevamente, la escena en el maizal o la casa del terror… Hay mucha comedia física que funciona a ratos, demasiada escatología y muchos guiños (La Noche de Halloween, principalmente. A partir de ahí de Cazafantasmas a Stranger Things con la presencia de Noah Schnapp). Y una falta de cohesión en el guión que lo hace aún más terrible. Son como cinco o seis historias juntas, ninguna desarrollada plenamente. Todas girando en torno a Hubie, pero vacías… (la de Buscemi, la de Liotta, la de Bowen, la del asesino, la de los adolescentes…). Así, solo quienes sean auténticos fans sacarán provecho de una película a medio hacer, más mediocre que terrible.
Jesús Usero
Disponible en Netflix
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