Crítica de la película 70 Binladens
Duelo de actrices que saca adelante toda la película.
Contar con dos monstruos de la interpretación como Emma Suárez y Nathalie Poza suele ser sinónimo de tener al menos una parte de la película completamente bajo control y así lo demuestra la última película de Koldo Serra, un thriller con toques de humor que nos presenta durante gran parte de su metraje un duelo entre ambas actrices, una lucha de ingenios en la trama, pero una combinación de talento y química sensacional en la pantalla. Sólo por ellas dos ya merece la pena ver la película (y el resto del reparto, ojo), y su mera presencia nos ayuda a tragar con algunas de las trampas del guión, quizá demasiado evidentes. Se trata de una película de engaños, y vaya si Poza y Suárez saben engañar y encandilar al espectador con sus personajes…
Una madre desesperada que acude a una sucursal bancaria pidiendo un préstamo, algo que parece imposible, pero que está a punto de suceder justo cuando la hora límite se acercaba… Su historia parece tan inverosímil que debe ser cierta… Pero, claro, la cosa se complica cuando a punto de cerrar la sucursal aparecen dos atracadores para robarla, un robo que sale mal y que se convierte en un secuestro con rehenes… En esas circunstancias, ¿en quién se puede confiar? ¿Quién dice la verdad, quién guarda un as en la manga y quién tiene motivos que desconocemos para hacer lo que hace o decir lo que dice? Un juego muy interesante aparentemente pero que se desinfla a nivel de guión según avanza la trama…
Lo primero es que ambas actrices están muy, pero que muy bien escoltadas por el grupo de secundarios, desde un sensacional Hugo Silva, tan siniestro que por momentos parece divertido, y viceversa, a la pareja policial compuesta por Barbara Goenaga y, por supuesto, Daniel Pérez Prada, dos jóvenes policías dispuestos a enseñar nuevos trucos a los perros viejos de la policía. Aunque quizá los trucos se los enseñen a ellos, todo depende de cómo se mire… Kandido Uranga, Susana Abaitua o Fernando Albizu son solo unos pocos nombres más que completan esta historia tan rocambolesca, sin olvidar a Nacho Fresneda y su pequeño pero muy interesante papel, motor de muchas cosas.
70 Binlandens es una película bien dirigida, sólidamente narrada, que aprovecha los espacios para dar casi un salto atrás en el tiempo. La propia sucursal bancaria, o el bar frente a ella y los pisos que la rodean, parecen más sacados de los años 70 que de la actualidad. Los propios personajes parecen aparecidos de la nada, unos del cine quinqui de los setenta y ochenta, otros del policíaco de la época… Y toda esa parte funciona bastante bien. Es el guión el que no termina de convencer. Tiene situaciones demasiado atropelladas (el inicio del robo) y giros demasiado imposibles e inverosímiles (el final del robo, la resolución de la historia, los mensajes cifrados…) que sacan al espectador de la experiencia. Pero cuando eso sucede uno puede girar la vista a Poza y Suárez y saber que sigue en muy buenas manos…
Jesús Usero
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