Tratรกndose de una biografรญa me temรญa que Confucio resultara algo alambicada, plomiza, pesada de digerir. En cine si la biografรญa es bien tratada puede dar joyas como Lawrence de Arabia o Gandhi, pero como se deje llevar por los tรณpicos y se empeรฑe en maquillar los acontecimientos histรณricos, suelen salir unos pestiรฑos de proporciones gigantescas que le quitarรญan el hipo del susto al mismรญsimo King Kong. No es el caso de Confucio. รsta vez hemos tenido suerte y ha resultado ser una pelรญcula muy entretenida, visualmente impactante en alguna de sus escenas y paisajes, dinรกmica y que consigue dejarnos claro el enredo polรญtico de la รฉpoca que viviรณ el cรฉlebre polรญtico y pensador. Algo nada fรกcil. Cine por tanto recomendable, con algunos momentos รฉpicos muy conseguidos, aunque para mi gusto abuse un poco de las escenas de masas animadas por ordenador, algo que el cine chino solucionaba antes al estilo clรกsico: convocando masas reales para la ocasiรณn. Esos tiempos pasaron, la tecnologรญa se impone, aunque resulte menos creรญble para el ojo del espectador.
La pelรญcula nos invita a visitar el denominado Periodo de la Primavera y el Otoรฑo en China, la era de la Dinastรญa Zhou, del 770 al 476 antes de Cristo, el tiempo en el que viviรณ Confucio. Y lo hace marcando ya desde su principio una pauta de ritmo que es casi una declaraciรณn de principios en cuanto a la armonรญa y el ritmo pausado, de ritual, que preside sus primeras secuencias de crรฉditos, dondeย entramos en la vida cotidiana de los discรญpulos de Confucio compartiendo su vida cotidiana con una coreografรญa de movimientos de cรกmara que sigue los avatares del agua como pretexto para marcar la pauta. La presentaciรณnย culmina cuando el agua del cรกntaro se vierte dando paso al propio arranque de la pelรญcula, con un Confucio anciano que menciona sus ideas sobre la mรบsica y la armonรญa, las mismas que presiden esas primeras imรกgenes.
Desde ese punto de vista, la pelรญcula parece querer comportarse siguiendo las ideas de su protagonista, y rรกpidamente nos mete en el momento en que Kong Qiu, Confucio, consigue el puesto de ministro de la ley merced a su รฉxito garantizando el orden y la seguridad en una localidad ejerciendo como alcalde de la misma. A partir de ese momento, la sombra de Zhang Yimou y sus pelรญculas Hรฉroe, La casa de las dagas voladoras y La maldiciรณn de la flor dorada se hace notar en las imรกgenes que se van sucediendo en la pantalla, una bien orquestada mezcla de bellas secuencias repletas de colorido y coreografรญa visual muy en la lรญnea de las pelรญculas citadas del cรฉlebre director. El paisaje impresionante gana protagonismo y aporta la รฉpica a las secuencias, una รฉpica de gran pantalla, de las que se exhibรญa en el cine comercial occidental allรก por los aรฑos cincuenta, hija de la explotaciรณn del Cinemascope y Vistavisiรณn, y del que hicieron gala mรกs tarde las producciones de artes marciales de la productora Shaw Brothers, en los aรฑos sesenta y setenta. Pero pronto nos damos cuenta de que en Confucio hay algo mรกs: su propia personalidad.
La pelรญcula empieza a desplegar sus propias armas claramente en la secuencia que muestra la reuniรณn de clanes. El รกgil movimiento de la cรกmara en ese momento, recorriendo todas las posibilidades y espacios, pasando del plano general a los planos mรกs cercanos, llegando al primer plano del faisรกn y saltando al plano cenital, y desde ahรญ a otro plano general de la asamblea, etcรฉtera, demuestra la voluntad de la directora de encontrar un estilo propio para su pelรญcula mรกs allรก del mero mimetismo de las claves del cine de sus predecesores, aunque lรณgicamente aproveche la influencia de los mismos. Ese ese ritmo, tanto narrativo como visual, el que plantea una primera prueba de energรญa en su manera de contar tras las pausadas imรกgenes de los tรญtulos de crรฉdito. Vigor y energรญa en el montaje centrada en torno a la figura del faisรกn que marca el pulso narrativo del largometraje en el tratamiento del tema clave de la pelรญcula: la figura de Confucio como humanista que moderniza el paรญs enfrentรกndose a las antiguas tradiciones mรกs sangrientas, introduciendo el asunto del esclavo huido en el debate sobre el sacrificio del faisรกn. Ese primer paso en la polรญtica del paรญs de Lu consigue seรฑalar claramente al protagonista en sus principales logros y virtudes, preparรกndonos para lo que llegarรก a continuaciรณn, que es el enfrentamiento con el reino vecino y la geopolรญtica de la รฉpoca, que la directora ha conseguido explicar con mรกs sencillez y claridad que en otras pelรญculas orientales recientes, como por ejemplo la no obstante impresionante y muy recomendable Acantilado rojo. En ese sentido es bastante mรกs confusa en su exposiciรณn de arranque de los principales protagonistas implicados en la trama que Confucio. La escena del protagonista reunido con sus discรญpulos en torno al mapa situado en el suelo es una construcciรณn que define bien esa bรบsqueda de la claridad en la exposiciรณn de la clave polรญtica e histรณrica de la trama y sus principales personajes, una claridad que se extiende al propio diรกlogo: Chow Yun Fat explica que esa reuniรณn es โuna cuestiรณn de honor o de humillaciรณn, de triunfo o de derrotaโ. El diรกlogo define asรญ uno de los temas centrales de la pelรญcula, dedicada en su primera parte a recorrer la carrera polรญtica del protagonista.ย Se pone asรญ tambiรฉn el diรกlogo a la altura de la eficacia narrativa de las imรกgenes y al mismo tiempo confirma lo que ya sospechรกbamos desde el principio: esta biografรญa de Confucio no pretende abordar la vida o filosofรญa del maestro sino esencialmente sus logros polรญticos. Se configura asรญ como una pelรญcula de mรกximo entretenimiento, en la que se dan la mano el espectรกculo con las lecciones de geopolรญtica mรกs destacadas de Kong Qiu. Es asรญ no tanto una biografรญa como una especie de manual en torno al liderato y la toma del poder desde el punto de vista de la estrategia, de modo que este Confucio cinematogrรกfico inevitablemente parece mรกs una variante de Sun Tzu, el maestro del arte de la guerra. Obviamente ello da como resultado una pelรญcula mรกs dinรกmica y distraida, que salta rรกpidamente de un episodio histรณrico a otro.
Pero al mismo tiempo tal cosa obliga a una sucesiรณn de momentos รฉpicos que inevitablemente deja de lado algunos personajes poco aprovechados, como la consorte real de Wei, personaje interesante, pero no desarrollado en el montaje que conocemos, lo mismo que ocurre con la esposa del protagonista, cuyos momentos de vida privada quedan reducidos al mรญnimo. Haciendo eso la directora podrรญa haber caรญdo fรกcilmente en la trampa de dejar su pelรญcula convertida en una colecciรณn de cromos en la que esos momentos clave se acumulan como postales visualmente impresionantes pero habitadas por personajes vacรญos, sin vida propia. Afortunadamente no es el caso.
El reparto es la primera y muy eficaz medida para evitar eso. Lo lidera Chow Yun Fat en uno de sus mรกs depurados trabajos, aunque temo que algunos no aprecien tanto como debieran esta interpretaciรณn, acostumbrados como estamos a verle en una clave de cine de acciรณn ejerciendo como antihรฉroe en las fรกbulas policiales de John Woo o capitaneando repartos de propuestas de clave mรกs poรฉtica, como Tigre y dragรณn y La maldiciรณn de la flor dorada, de las cuales รฉsta pelรญcula acaba alejรกndose bastante en su desarollo. La segunda medida es la manera en la que la directora se aplica al mรกximo pragmatismo a la hora de poner las piezas de su relato en movimiento. Un ejemplo de ello es la introducciรณn de la secuencia de flashback que narra el encuentro de Kong Qiu con su maestro, Lao Tsรฉ, en un entorno mรกs propio de una historia mรญtica de fantasรญa estilo Zu, guerreros de la montaรฑa mรกgica, alarde de corte fantรกstico que puede permitirse por cuanto narra un fragmento de memoria del protagonista, ademรกsย de un momento mรญtico para el espectador: el encuentro entre esos dos grandes maestros. Es ahรญ donde Lao Tsรฉ explica: โnada es tan suave como el agua, y sin embargo la violencia y la fuerza nunca triunfanย sobre ellaโฆโ, conectando asรญ con el protagonismo del agua en el principio de la pelรญcula y abriendo paso a la segunda parte de la historia, menos mรญtica, mรกs trรกgica. Es un cambio de rumbo en la misma, viajando hacia la etapa de exilio del protagonista y su viaje de un estado a otro iniciado en 497 antes de Cristo, hasta llegar al reino de Wei, donde reaparece el mapa que acompaรฑarรก la parte en la que el relato se reafirma como viaje por la historia, con esa utilizaciรณn de los mapas como herramienta para narrar los principales acontecimientos de la llegada del caos.
Esta pelรญcula no es, ni tampoco lo pretende, un estudio sobre el pensamiento de su ilustre protagonista. Habrรก quien le saque pegas al trabajo de reconstrucciรณn de su vida. Pero nadie podrรก negarle que saca el mรกximo partido a la utilizaciรณn de su figura como epicentro de una muy entretenida narraciรณn histรณrica centrada en la polรญtica y los enfrentamientos de los distintos reinos implicados en luchas intestinas en esa etapa de la historia de China, consiguiendo que incluso los legos en la materia puedan guiarse por la trama sin problemas, comprendiendo las claves de la misma.
Donde otras producciones asiรกticas que han llegado a la cartelera en la รบltima dรฉcada eligen ser mรกs poรฉticas y contemplativas, quizรก incluso mรกs bellas, mรกs artรญsticas, Confucio opta por una contundencia en la exposiciรณn de su tema muy occieental que va de lo visual a lo argumental, ganando en eficacia como vehรญculo de entretenimiento sin renegar por ello de sus orรญgenes orientales. Transmite algunas de las ideas del protagonista con imรกgenes sencillas que pueden llegar a cualquiera. Es sin duda una de las pelรญculas mรกs entretenidas que nos ha llegado de oriente en los รบltimos aรฑos, y aunque no sea ni mucho menos un manual de confucionismo, no es mal primer paso para interesarse por el personaje, de manera que ha cumplido el que sospecho era el objetivo esencial de sus artรญfices, convirtiendo al cรฉlebre pensador y polรญtico en un hรฉroe primero y mรกs tarde en un mรกrtir errante. El hรฉroe que se convierte en mรกrtir es un poderoso imรกn para atraer la imagen del pรบblico en la fase en la que la trama histรณrica y polรญtica deja paso a la fase viajera del relato, que puede quedar definida por esa imagen de los escritos del maestro hundiรฉndose y siendo recuperados en el hielo, o por la secuencia en la que otro de sus discรญpulos acude a explicarle lo que le ha ocurre a uno de sus mรกs apreciados pupilos, Zilu. Son dos fragmentos breves, a modo de coletazos del tono รฉpico que presidรญa la primera parte de la pelรญcula, y que anuncian el final de un relato que consigue trasladarnos a la perfecciรณn a la etapa histรณrica en la que se ambienta.
Miguel Juan Payรกn