Crítica de la película Amor. Boda. Azar.
El reparto intenta salvar los muebles de esta comedia ramplona.
Comedia romántica de hecho, un proyecto y un producto que viene de una película francesa, Plan de Table, que además emplea aquí un guiño o giro que podía haber dado muchísimo más juego, con un elemento de homenaje o broma, ya desde el título, a Al Filo del Mañana, que es conocida también como Live. Die. Repeat, igual que esta nueva película tiene como título original Love Wedding Repeat, porque en un momento determinado juega con esa circunstancia y con ese elemento de repetición. No diremos exactamente cómo, pero sí puedo garantizar que no pasa de la anécdota y que como siempre, se queda simplemente en un guiño, cuando podía haber dado pie a otra nueva película. Una muchísimo más divertida.
Dos personas que se conocen y conectan, pero que por azares del destino y porque viven a un océano de distancia, no consiguen que esa cita inicial se convierta en algo más. No vuelven a verse hasta que la hermana de él, prepara su boda y se reencuentran. Pero todo lo que puede salir mal, sale mal en esa boda gracias a un curioso cambio de orden en las mesas de la boda… Aunque ¿y si el destino te diese la oportunidad de repetir las cosas hasta encontrar la fórmula correcta? Más o menos ese es el punto de partida de la película, un punto de partida que tarda demasiado en llegar porque la película tarda demasiado en arrancar para una comedia romántica. O para una comedia. Es indiferente.
Sam Claflin y Olivia Munn lideran la película con mucho desparpajo, como el que tienen ambos. Son buenos en lo que hacen (si alguien tiene dudas de Claflin que vea la quinta temporada de Peaky Blinders. Con Munn nos remitimos a The Newsroom), y creen en el aire cómico de la película. Pero no pueden hacer milagros. El guión lo impide. Por un lado no aprovecha jamás lo que propone. Nunca se la juega con el tema de revisitar la historia, o hacer que cambie. No es capaz y no sabe hacerlo, por lo que todo queda en una anécdota. Y aunque Eleanor Tomlinson o Frida Pinto, por ejemplo, lo intentan, el guión apenas les da algo interesante que hacer y en el caso de Pinto (y de otra gran cantidad de personajes) la convierte en insoportable.
Ese es otro problema. Los personajes bordean lo inaguantable en muchos casos. Hay de todo y para todos los gustos. No aprovecha la localización italiana, ni el maravilloso edificio donde tiene lugar la acción. Y nos muestra, en los créditos (más graciosos que muchas partes de la película) lo que podía haber sido y no fue. No llega a aburrir por esos actores y porque tiene momentos realmente graciosos (esa ruleta rusa con la bebida drogada y cómo cambia según quién la tome…). Pero no aprovecha su idea y desperdicia el talento de mucha gente para hacer un remake que podía haberse evitado. Se queda en comedia romántica sin alma, nada más.
Jesús Usero
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