Crítica de la película Bad Boys for life
La mejor de toda la franquicia. Divertida y cumple bien con su cometido.
Las paradojas del cine: ha hecho falta que Michael Bay no dirigiera esta entrega para que sea la más sólida de las tres que ahora mismo integran la saga, con el guión mas solvente, haciendo el mejor uso posible de las características de la franquicia, y añadiendo con acierto el elemento del grupo de jóvenes policías.
A los protagonistas les sienta bien envejecer en esta tercera entrega que cuenta con el mejor Martin Lawrence de toda la saga y curiosamente le da más protagonismo y peso que en las anteriores, dejando que sea el motor de la película en muchos momentos, sirviendo para refrescar la propuesta en los momentos en que podría resultar reiterativa.
La acción está bien dirigida, pero detrás de la misma al menos hay más argumento y desarrollo de personajes que en las dos películas anteriores juntas.
En su conjunto es una entretenida propuesta de acción, que si sabes lo que vas a ver, sorprende en positivo al mejorar a sus dos predecesoras.
Un factor de riesgo era la incorporación de los nuevos personajes. Bien, aquí funcionan, tanto del lado de los antagonistas, aunque habría estado bien que le dieran algo más de espacio en la trama a Kate del Castillo, como del grupo de asociados más jóvenes de los protagonistas. De hecho, con Vanessa Hudgens, Alexander Ludwig, Charles Melton y Paola Nuñez, ese grupo se gana su propio espacio en la película y además dan ganas de verlos protagonizando su propia peripecia. Y no lo tienen fácil. En otras sagas en las que se han incorporado personajes de relevo más allá de los protagonistas, la cosa no siempre funciona, y si lo dudan, recuerden Mercenarios 3.
Así que en su conjunto es entretenida, y para pasar un rato viendo cine de acción es un recomendable entretenimiento que no abusa de la acción en plan Michael Bay haciendo que todo quede devorado por la pirotecnia de las persecuciones y los tiroteos. Hay mejor equilibrio aquí entre la parte de desarrollo de personajes y de secuencias de acción que en las dos películas anteriores. Consecuencia inmediata de ello es que tiene mejor ritmo y no cansa.
La pega que se le puede sacar es la incorporación de la vinculación del personaje de Will Smith con su antagonista aparentemente imparable. Esa vinculación sale un tanto forzada, y además condiciona que el fina resulte menos sólido desde el punto de vista de la coherencia.
Por otra parte, curiosamente, este desenlace del argumento parece en algunos momentos una repetición de la propuesta de Géminis, otra película protagonizada por Will Smith en fecha relativamente reciente. Pero aquí está mejor desarrollado, o al menos está bien contrapesado con una sólida secuencia de acción final como cierre que solventa en parte lo difícil de digerir que ese punto de giro del guión un tanto forzado. El acompañamiento del mismo en las escenas postcréditos -aviso, hay dos, así que toca quedarse a verlas y recoger el coche del parking un poco más tarde-, apunta a continuidad de algunos personajes, o por lo menos de que hay ganas de que esto no se acabe con esta entrega.
Resumiendo: le ha sentado muy bien a la saga la entrada en la madurez de sus personajes y el cambio de directores.
Miguel Juan Payán
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