Crítica de la película Cats
Una de las propuestas más extrañas que vais a poder ver este año…
Y el siguiente, incluso. Porque Cats va de cabeza dispuesta a convertirse en película de culto desde su lanzamiento. Su propuesta es tan peculiar, extraña y desmesurada que posiblemente de un giro de 180º con el paso del tiempo y todo aquello que nos resulta chocante y problemático hoy, sea motivo de elogio dentro de unos años. Pero eso lo decidirá el público, quien primero tendrá que lidiar con la propuesta original. Una propuesta que veo tremendamente complicado vender a la audiencia. Convencerles para que acudan a ver una película en la que un grupo de actores bastante conocidos dan vida a gatos, pero no a gatos digitales. Son sus propios cuerpos convertidos en gatunos, con su cara insertada en ellos. Pero no son cuerpos de gato en sí, son antropomórficos… es todo muy complicado de explicar. Si no lo han visto, es el momento.
Cats es la historia de una gata abandonada que es recogida por una peculiar familia de gatos, una que canta para que su líder elija a alguien entre ellos, alguien merecedor de un destino mejor. A partir de aquí surge uno de los mayores problemas de la película, que quizá en su versión musical sepa cómo lidiar con ello de mejor forma. No hay una trama coherente establecida y la película (cuyo 95% está cantado, no hay apenas diálogos… esto es una observación, hay gente que no lo soporta) se dedica únicamente a presentar gatos, uno detrás de otro, con sus números musicales. También, unos más conseguidos que otros.
De hecho hay varios que presentan a personajes que luego no vuelven a aparecer en pantalla o lo hacen al fondo de la escena. Personajes sin ninguna relevancia que no dan peso ninguno a la historia y que lo único que consiguen es alargarla excesivamente y hacer que el viaje sea complicadísimo de completar sin pensar que está alargado en exceso. Ese es uno de los grandes problemas de la película, que va a la deriva desde el inicio, y que no logra superponer sus virtudes que las tiene. Es entretenida y es visualmente fascinante, con un diseño de producción brutal y unas magníficas coreografías. Tom Hooper no es ajeno ni mucho menos al género musical, sabe lo que está haciendo…
Pero luego están los gatos. Si la película fuese con seres humanos disfrazados, funcionaría mejor. O como El Rey León, con animales creados por ordenador. Así, no… Son rostros flotantes en gatos humanos que es especialmente preocupante cuando aparecen Judi Dench e Ian McKellen y la sensación es demasiado… creepy, si me permiten el anglicismo. Hay algo que no funciona a un nivel casi primario y que da una sensación repelente con el uso del CGI sobre las personas para ponerles pelo, orejas y cola… Produce continuamente risas involuntarias, incómodas… Y cuando se llega a números musicales como el de Rebel Wilson… la sensación crece por los “extras”. Y eso es algo que el esfuerzo de actores geniales como Idris Elba, Jennifer Hudson o los antes mencionados, no salva la situación. Va camino a ser película de culto. Pero, ahora mismo, no consigue superar el corte.
Jesús Usero
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