Crítica El hombre del saco película dirigida por Colm McCarthy con Sam Claflin, Antonia Thomas, Steven Cree, William Hope
De qué va El hombre del saco
Una familia se traslada de vuelta al hogar donde él se crio, intentando recuperarse económicamente. Poco a poco sentirán que una presencia extraña amenaza la casa en la que viven, lo que pone en peligro a la familia y especialmente al hijo pequeño de ambos.
Producción norteamericana, pero alma británica
Colm McCarthy es un director británico que ha trabajado en muchas series de tv como Krypton, Doctor Who, Peaky Blinders o Sherlock, y que tiene alguna interesante película como Melanie: La chica con todos los dones, lo que hace que esta película de terror tenga sobre todo, alma británica, más aún si nos fijamos en que su actor protagonista es el también británico Sam Claflin, quien lidera la película y se convierte en su mejor valor. Todo eso hace que la película, pese a ser una producción estadounidense, tenga el sabor de las cintas de terror británicas, aunque no lo explote de la mejor forma posible.
La historia es más contenida, menos exagerada y, sobre todo, más elegante. La puesta en escena es sobria y el ritmo es pausado, nada acelerado. Apenas hay sustos, lo que al final, en una película así, se convierte en un problema porque la tensión creciente no lleva a ninguna parte y porque una cosa es abusar de los sustos baratos, y otra que no existan y hagan que el espectador se sienta frustrado con el viaje de los personajes, que es algo que sucede en la película. Tenemos la sensación de que falta algo… De que no estamos disfrutando del viaje completo de los personajes. La película peca justo de lo contrario de lo que pecan muchas producciones norteamericanas.
Y, mientras esa contención y elegancia son apreciadas, sigue usando los mecanismos que llevan a los sustos, que no suelen suceder, y que nos dejan pensando que algo falta en esta historia. Especialmente en su nudo, donde el guión debería empezar a hacer encajar piezas en la historia y donde uno siente que le están contando la misma historia que le han contado una y mil veces, sin apenas nada nuevo que ofrecer. Una película de presencia sobrenatural amenazando a una familia como tantas otras hemos visto.
La historia no logra sorprender, aunque mantenga la tensión del espectador por momentos
Junto a Claflin encontramos más actores y actrices británicas como Anthonia Thomas, Steven Cree o Adelle Leonce, nombres con talento que, sin embargo, poco tienen que aportar a un guión poco brillante, demasiado arquetípico y con personajes que son más mecanismos narrativos que personajes en sí mismos. Pasa con el hijo de la familia, que más que un niño es un adorno colocado para que esté en peligro, o con el hermano, cuyas charlas familiares son tan tópicas que duelen. Por eso la puesta en escena poco a poco se diluye y deja paso a la fórmula habitual del género.
Una fórmula en la que nada va a sorprendernos, pero que vamos a disfrutar si está bien narrada, como es el caso. Según la historia avanza sentimos ese peligro en torno a la familia (un acierto que el resto no les traten de locos y que la policía siga el rastro del posible criminal), y que se resuelve de la mejor forma para este tipo de productos. Sigue siendo curioso que una presencia sobrenatural con cientos de años, si no miles, use una bolsa con cremallera, pero eso es lo de menos. Es efectiva en su tramo final, que no efectista, y resuelve con gracia su planteamiento. No brilla, nunca brilla, pero al menos, cumple.
Te gustará si te gustó…
Está a la par con nuestra propia El Hombre del Saco, y tiene muchos elementos similares a The Boogeyman de 2023, aunque no sea tan buena como aquella.
Jesús Usero
Crítica El hombre del saco
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