Crítica de la película Las brujas
Entretenida nueva adaptación del libro de Roald Dahl.
Y sí, sabemos perfectamente que hay muchos seguidores de la adaptación de 1990 con el título de La Maldición de las Brujas, liderada por Anjelica Huston y de la que se encargó la Jim Henson Company, dirigida por Nicolas Roeg. No decimos en ningún caso que esta película sea superior a aquella. En su mayor parte no lo es. Pero sí es cierto que hay detalles en los que este remake o nueva adaptación del libro, superan a aquella película porque pese a cambiar pocas cosas, algunas de las que cambia sí son efectivas. Otras no lo son, ni mucho menos. Eso sí, bajo la batuta de Robert Zemeckis, también se nota la mano de Guillermo del Toro, productor y coguionista de esta nueva versión y quien aporta detalles muy interesantes.
La película nos presenta al huérfano Luke, quien se marcha a vivir con su abuela tras la muerte de sus padres en un accidente de coche. Pronto descubrirá que su abuela sabe mucho más de lo que cuenta de muchas cosas, especialmente de las brujas, unos seres malignos que desprecian a los niños y quieren acabar con todos ellos. Cuando Luke tenga un encuentro con una de ellas, ambos deberán marcharse a la costa, a un hotel donde esconderse, sin saber que en ese mismo hotel, las brujas van a celebrar una importante reunión anual en la que planean acabar de una vez por todas con todos los niños del mundo. Un argumento muy muy cercano al libro y a la película de 1990.
Anne Hathaway es una brillante actriz, pero no es Anjelica Huston y eso se nota. Sin embargo en comparación, dos talentos como Octavia Spencer o Stanley Tucci, brillan más que antes. La película sabe mantener el ritmo durante sus poco más de 100 minutos de duración, y lo hace con un buen pulso narrativo de Robert Zemeckis, que se nota ha gozado de mayor presupuesto del que se tuvo hace 30 años, empezando por el fastuoso hotel. Eso sí, se nota mucho, demasiado, que la película fue concebida para ser estrenada en 3D, y hay varios momentos en los que se puede percibir que con el efectismo de las 3D, la película destacaría un poco más. Pero pese a esa presencia, sigue siendo uno de los Zemeckis más flojos en un tiempo.
Y aunque la abuela recordando su primer encuentro con las brujas, no tenga el mismo impacto que la misma historia de la otra película, hay elementos que sí son más aterradores, desde el propio final de la película, mucho más arriesgado, al detalle de las bocas de las brujas, que son herederas de lo que hace muchas veces del Toro en sus películas. En general el diseño de las brujas brilla por momentos y corrige detalles como el excesivo maquillaje y prostéticos sobre Huston en su transformación. Aquí hay detalles de enorme crueldad (ese gato…) y otros más ligeros que la otra (no hay tabaco ni desollamiento). El resultado es más que decente, sólido y entretenido, sobre todo si puedes ignorar la otra película o si te apasiona el género para ir con la familia a disfrutar al cine (ojo menores de 10 años, tiene un par de momentos que pueden dar miedo a los más pequeños). No es inolvidable. Pero sí muy entretenida. Sin más.
Jesús Usero
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