Comedia gamberra tras los pasos de Resacón en las Vegas, pero en femenino. Las diferencias entre ambas películas, al menos en su intención, porque el resultado queda algo lejos de lo esperado o lo visto en la versión masculina del invento, o de películas algo más divertidas e inteligentes como The Bridesmaids, pero no deja de ser una divertida comedia, con momentos hilarantes y un reparto de lo más curioso, aunque lastrada por sus errores. Ante todo, quiere ser la leche de gamberra y se queda a medio camino, con un punto de ñoñería que no se ve en otras y con muchas menos barrabasadas. Vamos, que esnifar coca en un bar de strippers es Bambi comparado con Bangok y los travestis. Por poner un ejemplo.
Y eso que tiene por responsable a una mujer que dio buenas muestras de talento en la tristemente desaparecida serie Terriers, Leslye Headland, que aquí dirige su primera película que gira en torno a una despedida de soltera que sale terriblemente mal y que embarca a las tres protagonistas a tratar de arreglar el vestido de la novia antes de la boda, lo que las lleva a reevaluar su vida y lo que han hecho en el pasado. Y sí, la trama parece calcada de Resacón en Las Vegas y su secuela, así que por ese lado, pocas sorpresas nos esperan. En el humor y los actores está la clave sobre sacarle partido o no a la trama.
Hay humor y hay cierta mala baba, incluso un elevado sentimiento de cinismo alrededor de todo que poco a poco se va diluyendo, como si serlo fuera pecado. Con diálogos impecables eso sí, y con momentos que nos harán reír (muchos de ellos con Rebel Wilson como protagonista), como el vestido en el local de strippers, Isla Fisher en la tienda de ropa o en los probadores, o Lizzy Caplan y su actitud en general. Hay risas y sonrisas y uno nunca siente que esté perdiendo el tiempo con la película, sobre todo gracias a su genial reparto, encabezado por una Kirsten Dunst empeñada en reconducir su carrera, y con nombres como James Marsden o Adam Scott por parte del reparto masculino.
Es divertida, pero no tanto como se piensa. Por un lado es mucho menos gamberra de lo que debería ser, pecado habitual de este tipo de comedias hoy día, por otro porque hasta bien mediada la película las tres protagonistas caen rematadamente mal, y muchos de los supuestos golpes de humor no tienen gracia por el nivel de crueldad y estupidez. Si fuesen empáticas… pero hasta que no empiezan los problemas son terribles. Luego la película se ablanda sin motivo, perdiendo el cinismo inicial, como obligada por el qué dirán.
Es un quiero y no puedo, algo que a veces sale bien y a veces salen mal, que dejan la película a medio construir, como la historia de Lizzy Caplan, mucho más interesante que las otras dos protagonistas. Divertida pero no tanto. Buena comedia que podía haberlo sido mucho mejor si decidiese ser más gamberra o más seria. Se queda a medias.
Jesús Usero.
Opiniones del público a cargo de nuestro redactor Víctor Blanco. Follow @veblanco
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