Crítica de la película El Cover
Música, humor y mucho corazón detrás de esta fantástica película.
El debut como director de Secun de la Rosa no podía ser más prometedor. Cogiendo un género como la comedia romántica sabe darle un doble giro incluyendo una buena porción de drama, de drama real y cercano, y de música. Mucha música. Y puede que la película no sea un musical al uso, en el que los personajes cante porque sí en lugar de hablar. Aquí las canciones tienen una integración en el mundo en el que nos encontramos. Pero eso no quiere decir que los personajes no se expresen a través de la música y conozcamos muchos de ellos por lo que cantan y por como lo cantan, con una variedad musical tal que es imposible catalogar la película en ese sentido. Algo que juega a su favor.
Dani es un joven que vive en Benidorm, una ciudad donde los covers, los cantantes que se dedican a imitar y cantar canciones de otros artistas o covers, se encuentran en cada rincón, cada calle y casi cada local. Muchos aspiran a algo más y otros se conforman con ganar dinero para perseguir sus sueños en otro lugar cuando acabe el verano. Pero Dani no quiere eso. Pese a su enorme talento como cantante, él se conforma con ser un camarero. No quiere más. Odia la ciudad y su falsedad. Hasta que Sandra, una joven que canta canciones de Shirley Bassey en un local de la zona, aparece en su vida y todo cambia de repente. Aunque los fantasmas del pasado son difíciles de ahuyentar…
Sin Alex Monner y Marina Salas no existiría El Cover. Su talento, su química y su maravillosa forma de cantar canciones con su propio estilo (el “pellizco” en la garganta de él, la claridad en la de ella) hace imposible no enamorarse de ellos. Pero además vienen con una escolta de campeonato empezando por una Carolina Yuste fantástica, un Lander Otaola maravilloso y un Juan Diego que roba cada plano de la película como él solo sabe. Qué maravillosa relación con Álex Monner. Qué presencias tan increíbles las de María Hervás, Susi Sánchez o Carmen Machi. Una pena que el guión no le dé el mismo peso a Marina Salas que a Álex Monner.
El guión tiene elementos magníficos, como el pasado del protagonista y su tragedia, aunque cometa el error de acelerarse a la mitad, pasando de un punto a otro sin explicación (cuando la vean lo entenderán). Visualmente Secun de la Rosa nos muestra una Benidorm preciosista, llena de luces de neón, de brillo y fuerza, y con un par de planos secuencia increíbles. Una madurez audiovisual envidiable en una ópera prima. Y, por supuesto, la música. Música que va de Amy Winehouse, Shirley Bassey o Lady Gaga a Paco Cepero, Los Chichos, Rocío Jurado… De todo y mucho amor por lo nuestro. Una banda sonora variada, ecléctica y sensacional, con las voces de los protagonistas que son perfectas. Pero lo mejor sigue siendo el alma de la historia. Ese toque melancólico y triste que hace contrapeso con la parte romántica. Ese corazón emotivo pero sin recargar, honesto y precioso. Si no me creen, escuchen cada vez que suena cierta canción de Los Chichos. Muy buena.
Jesús Usero
★
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