Tras el fiasco de taquilla, y con una entrevista de Cameron que hablaba de los problemas con Tim Miller, el director, éste último ha roto su silencio y ha asegurado que no volverá a trabajar con Cameron.
Parece ser que no todo ha sido una fiesta en el rodaje y el montaje de Terminator: Destino Oscuro. James Cameron regresaba a la franquicia, como productor y creador de la historia, y había elegido a Tim Miller, director de Deadpool, para ponerse a los mandos de la película. Pero en una reciente entrevista, Cameron ha comentado que la producción de la película fue una continua guerra y que la situación en la sala de montaje se convirtió en un baño de sangre, con continuas peleas, discusiones y gritos, entre Miller, Cameron y con parte también de David Ellison de Skydance, quienes poseen los derechos de la franquicia. Ahora Miller ha corroborado la versión de Cameron, quien pese a todo asegura que esas discusiones con Miller hicieron la película mejor.
Miller no parece tenerlo tan claro, tal y como ha declarado a KCRW, donde ha dicho que debido a esas peleas no volverá a trabajar con James Cameron. Y asegura que no tiene que ver con un trauma debido a la situación, sino a que no quiere que se repita esa situación en la que no tiene control de lo que está haciendo. De hecho habla de un mail recibido hace unos días del propio Cameron para tomar una cerveza juntos, lo que para él implica que el tema es simplemente laboral. Miller habla de que pese a que Cameron y Ellison tenían el control del montaje final de la película, él se sentía en la obligación de pelear por la historia y por hasta cada línea de guión. Algo que no salió bien del todo, viendo algunos de los diálogos de la película.
Miller además habla de que muchas de las cosas que los fans odian de la película o que han llevado a su fracaso comercial, son cosas que él no puede controlar, como el fiasco de Génesis o que muchos se sintiesen traicionados por Terminator Salvation. Y asegura sentirse orgulloso de la película, aunque luchó por un final distinto en el que no había forma de derrotar al villano… Lo curioso de todo esto es que Cameron, que empezó su carrera luchando por Piraña 2 para que no le quitasen el control creativo, montando la película a escondidas y siendo despedido por ello al final, haya hecho algo parecido a un director cuando se ha encontrado en la silla de productor… Ironías de la vida.
Jesús Usero
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