Simpática comedia con Buenafuente y Berto Romero. Muy en la línea de Ocho Apellidos Vascos y su secuela, es decir, una comedia amable, divertida, que aprovecha mucho los recursos cómicos de sus protagonistas, sin mucho más que exigirle y sin muchas más pretensiones, que es su mayor acierto, su ausencia de pretensiones, aunque si son de los que despreciaron las comedias antes mencionadas (de los pocos que lo hicieron, y a la taquilla me remito), quizá deberían pasar de esta película y centrarse en otra que sea más de su agrado, porque El Pregón sólo pretende hacernos reír de forma sencilla y directa, con un grupo de personajes tan surrealistas que tienen que existir, seguramente, y con una historia de amor que es la de dos hermanos, y no un romance al uso.
Dos estrellas de la música olvidadas, con un grupo musical en la línea de OBK que tuvo cierto éxito en los 90, formado por dos hermanos, que desapareció y que ha dejado a sus dos componentes en la ruina e intentando sobrevivir, entre los delirios de grandeza del hermano pequeño (Berto Romero), y los problemas familiares y laborales del mayor (Andreu Buenafuente). Pero en su pequeño pueblo de origen siguen teniéndoles cierta estima, así que, sin que nadie sepa muy bien por qué, les invitan a dar el pregón de las fiestas, y pagándoles muy bien. El dinero les ayudaría mucho a ambos, así que aceptan la propuesta del alcalde (Jorge Sanz)… Y con todo eso Dani de la Orden compone esta divertida comedia.
Con la ayuda de un guión de David Serrano (Días de Fútbol) y Daniel González (el guionista habitual de de la Orden), y una idea original de Diego San José (Pagafantas, Ocho Apellidos Vascos y su secuela), la película sabe navegar por la comedia apoyándose en sus dos protagonistas ante todo, un Buenafuente que no parece que sea su primer papel protagonista en cine, y un Berto Romero que sigue creciendo como cómico y actor, consiguiendo las mejores carcajadas (el momento cordero es memorable), y que es ya experto en dar vida a estos personajes tan “borderlines”. Apoyan mucho con su presencia gente como Jorge Sanz o Belén Cuesta y la película navega muy bien de momento cómico a momento cómico, consiguiendo que el público se ría y bastante (la procesión es genial, como lo del campanario…)
La película no es perfecta. Es breve, sí, pero lo es porque no deja poso. La trama dramática, la reunión de los dos hermanos, parece una excusa para dar algo que hacer a los actores entre chiste y chiste. Eso hace que la película, no deje ningún peso, sólo algunos chistes. No pretende más, pero para ser memorable se necesita más. También desaprovechan la presencia de un cómico sensacional como Goyo Jiménez, al que apenas dan algo que hacer, por desgracia. Es una comedia agradable, y hace reír, pero si buscan a los Monty Python no los encontrarán por aquí. Simple y puro entretenimiento buscando hacer reír. Y lo consigue.
Jesús Usero
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