Crítica de la película Eliminado: Dark Web
Artificial intento de embutir el subgénero slasher dentro de una pantalla de ordenador.
En 2015, el cineasta Levan Gabriadze asustó a los espectadores con Eliminado: una película construida a partir de las nuevas tecnologías digitales; en la que la acción estaba dividida en múltiples pantallas, correspondientes a los portátiles de los protagonistas.
La supuesta novedad de esta obra estribaba en la planificación escénica, limitada a lo que puede captar una webcam; mientras los personajes eran asesinados por una fuerza indefinida.
Tal fórmula argumental y artística sustenta la secuela de Eliminado: una suerte de espectáculo circense de naturaleza cibernética, en el que Stephen Suso introduce la trama tangencial de una organización criminal, que se dedica a acabar con la vida de incautas víctimas a las que hackean sus dispositivos electrónicos.
ELIMINADO: DARK WEB Texto: Jesús Martín Calificación: 2 estrellas El guion de Dark Web arranca con Matias, un chico que se acaba de comprar un portátil de segunda mano. El joven deseaba adquirir un aparato más potente, para poder desarrollar un sistema de comunicación más efectivo, con el que fortalecer la relación con su novia sorda. Sin embargo, mientras está jugando por Skype con los miembros de su pandilla, el chaval descubre un archivo oculto en el disco duro. A través de este misterioso contenido, Matias y sus colegas se ven inmersos en un asunto de secuestros y crímenes, que tienen en común un peligroso enlace virtual conocido como El río.
Suso mantiene en todo momento el apego a las redes sociales; y, con estos elementos de visualización coral (en algunos aspectos, puede remitir a la antigua escenificación de filmes del tipo de El estrangulador de Boston, en el que una misma imagen se compartimentaba en diferentes secuencias), el cineasta novel diseña una película que peca de simplicidad argumental, y que evoluciona a base de situaciones espasmódicas.
La excesiva dependencia del entorno digital (el filme parece una especie de manual de uso sobre lo que no se debe hacer en Facebook y Skype) pasa factura a la historia, la cual se sustenta en artificiales artimañas para mantener a los espectadores atentos al devenir de los hechos narrados.
Pese a que los actores al completo se muestran sumamente comprometidos con el terror que experimentan sus respectivos roles, el resultado final queda como bastante inverosímil; y el tema de la conspiración en las sombras (dark web) se expone con una sensación de mero pretexto, para exhibir lo que pretende ser una alternativa cinematográfica propia del tercer milenio, respecto a las cintas de asesinos amenazantes.
No obstante, si se va más allá del envoltorio de las nuevas tecnologías, lo que queda es una regresión al terror clásico de movies del corte de El grito (de la que Suso fue guionista, en su traslación al mercado estadounidense) y The Ring. Los que quieran, pueden hacer la prueba: el truco está en sustituir la cinta de VHS en que aparecía la siniestra niña deThe Ring, por el foro del grupo que se comunica con el nickname de Caronte. Aunque, en caso de que el experimento quede algo cojo, también se pueden añadir toques psicóticos presentes en series del pelaje de The Following (la secta criminal de Eliminado: Dark Web tiene más de una similitud con la organización sanguinaria dirigida por James Purefoy, en la mencionada obra para la pequeña pantalla).
Jesús Martín
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