Lo primero que hace Liam Cunningham al sentarse con nosotros es señalar mi camiseta de La Bruja Escarlata y decirme que le recuerda a Melisandre el personaje… Le comento que estuve pensando llevar mi camiseta de la Casa Stark, pero, como dice él, es mejor no elegir bando en Juego de Tronos. Eso demuestra la importancia que ha tenido para el actor en su carrera la serie, una serie de la que habla con pasión y que siente como quizá el proyecto más importante de su carrera, una carrera donde hay títulos como El Viento que Agita la Cebada, Centurión, Dog Soldiers, El Primer Caballero o la miniserie Titanic. Encantador, divertido y dedicado a los fans, el actor nos habla de la serie con perspectiva en esta entrevista.
Con la historia de Juego de Tronos expandiéndose en precuelas y spin offs, ¿Le gustaría volver a interpretar a Ser Davos si deciden hacer un spin off con personajes que ya conocemos?
Todo depende… Cuando mi agente me llamó por primera vez y me dijo que me iba a enviar un guión, que se trataba de Juego de Tronos y estaba basado en un libro de fantasía… Le dije, “espera”, y entonces me dijo “dragones”, y yo no me lo tomé muy bien. Le dije a mi agente de inmediato que no me interesaba. Pero él me dijo que esperase. Era HBO, la gente que había hecho The Wire o Los Soprano, así que accedí a que me mandase el guión. Lo leí y pensé que era un guión precioso. No trataba de dragones. Trataba sobre el poder, la familia, el legado… Hasta qué punto se está dispuesto a llegar por mantener ese poder. Y además servía de espejo de la realidad, de aquellos que son dejados atrás por los poderosos. Lo encontré increíblemente interesante. Los personajes estaban bellísimamente dibujados. Era una historia a la que no podía negarme. Así que eso es lo que busco cuando estoy trabajando. Una buena historia, un buen personaje que interpretar y que tenga sentido dentro de la historia. Si HBO vuelve a venir a mí con un spin off o una precuela, quizá incluso en un personaje distinto, y lo leo y creo que puedo aportarle algo, entonces siempre estaré interesado. Nunca descarto nada.
Muchos coincidimos hoy en día en que la serie es la serie más grande de la historia. Siendo parte de la misma, ¿en qué momento se dieron cuenta de que la serie era algo más, algo especial?
Fue algo que se coció a fuego lento. Yo llegué a la serie al inicio de la segunda temporada, aunque les conocí en la primera temporada cuando leí para un papel que no llegó a suceder. Cuando, antes de empezar la segunda temporada, vi los 10 episodios de la primera, pensé que la serie era algo muy especial. Había algo mágico alrededor de la serie. No es raro que a veces tengas interpretaciones maravillosas en una película que no es muy buena. Y al contrario, puedes tener una película muy buena con interpretaciones mediocres o malos diálogos. Siempre hay algún problema. Con esta serie… el reparto era brillante, el vestuario maravilloso, igual que el diseño de producción, las palabras que decían los actores… Todo encajaba a la perfección.
Así que llegar a la serie en la segunda temporada era… era algo que daba un poco de miedo, porque esto ya era algo hermoso de por sí. Y, como bien sabes, fue creciendo poco a poco, a fuego lento. Al tiempo la gente empezó a hablar de ello, internet empezó a hacerse oír… Y entonces llegó el momento en el que pasó de serie para fans de la fantasía a una serie para una audiencia mainstream, y todo explotó. Los periódicos hablaban de la serie, incluso los políticos empezaban a usar frases de la serie… empezó a convertirse en algo más grande que cualquiera de nosotros. Pero no fue algo que sucediese así (chasquea los dedos). Fue un proceso lento, como una mecha que sigue su curso. Así siguió creciendo y fue algo extraño cuando se convirtió en algo mayor que cualquiera de los involucrados. Fue cuando el proceso se convirtió en algo interesante. Pero nos pareció que estábamos en ese viaje juntos. La audiencia mantuvo la serie junto a su corazón, la hizo suya, y es algo que nos hizo muy felices, compartir con ellos la propiedad de la serie, porque nosotros seguíamos en un viaje hacia el final de la historia. Fue como escalar una montaña. Fue algo fantástico, único e irrepetible al menos para nosotros. Llegarán muchas series maravillosas, pero ninguna será como Juego de Tronos.
Si George R.R. Martin termina de escribir los libros que faltan y da un nuevo final a la historia, ¿querría rodarlo ya sea en formato cine o serie? ¿Rodar ese nuevo final o finales?
La realidad es esta… Piensa en todos los problemas que tuvieron cuando Los Soprano terminó. Cuando llegó ese fundido a negro y todo el mundo dijo “¿Cómo?!” y se enfadó muchísimo. Y en nuestro caso ha pasado algo similar, todos amamos la serie, y cuando llegó la hora del final todos estábamos algo descontentos porque no queríamos que terminase, porque era algo maravilloso. La realidad, como decía es esta, no importa lo que rodásemos o lo que rodemos, la gente estaría igualmente infeliz, porque ha acabado, y esa es la realidad de la situación. Antes incluso de empezar a rodar sabíamos perfectamente que la gente iba a sentirse descontenta. Porque amaban la serie, porque era un fenómeno cultural. Aprendieron a amar a Bran, el viaje de Sansa, el camino de Daenerys de víctima femenina a mujer que acumula todo este poder; Cersei, cuidando de sus hijos, haciendo lo que fuese necesario para hacerles felices. O el viaje de Arya… Hay tantos arcos maravillosos… Jaime por ejemplo, a quien odiábamos en la primera temporada y que en la segunda nos hizo pensar que quizá había algo de humanidad en su interior…
Así que encaminarse en este viaje, en esta preciosa narrativa escrita por adultos, para adultos, que requería de toda tu atención como espectador… No te ponías a hacer la cena mientras se emitía Juego de Tronos. Parabas todo y le prestabas toda la atención, mientras buscabas conexiones y detalles… La gente lo adoraba, y nosotros adoramos hacerlo… Cuando llegó la hora del final, fue muy triste decir adiós a la serie. Pero la vida sigue. La historia no terminó, simplemente nosotros la dejamos en un punto determinado, un punto que puede hacer que la gente se sienta algo cabreada.
Jesús Usero
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