Entrevista con el director Spike Lee que nos habla de Infiltrado en el KKKlan
SPIKE LEE: “Soy simplemente un contador de historias”
Los hados del destino han querido que Angela Davis (la mítica activista en pro de los derechos civiles y antiguo miembro de los Panteras Negras) y Spike Lee estuvieran en Madrid al mismo tiempo. Ella para dar una charla en la Casa Encendida, y él para presentar la película Infiltrado en el KKKlan (filme que se estrena en España el próximo 31 de octubre). “¿De verdad está aquí? Tengo que quedar con ella para cenar”, afirma gesticulante el cineasta de Haz lo que debas, mientras asiste en un conocido hotel capitalino a una breve charla con ocho periodistas.
Ataviado con una sencilla gorra adornada con la marca de diferentes años y una chaqueta deportiva, el responsable de Malcolm X se prepara para disertar sobre la carga política y social de Infiltrado en el KKKlan: una historia basada en los hechos recogidos en el homónimo libro de Ron Stallworth, donde narra cómo el primer agente de policía afroamericano de Colorado Springs consiguió introducirse en la organización racista de los capirotes blancos y de las cruces atemorizantes. “Esta película está basada en hechos reales. El libro es la piedra angular del filme. Primero, el protagonista, Ron Stallworth, es una persona real. Segundo, él fue el primer oficial de policía afroamericano en Colorado Springs. Tercero, consiguió engañar al Klan. Y en cuarto lugar, también logró el hito de actuar como guardaespaldas de David Duke [uno de los dirigentes en la sombra de la formación supremacista de las tres k]”, resume Lee.
La potencia de un argumento semejante no dejó indiferente al creador de La última noche; y, cuando su amigo Jordan Peele (director de Déjame salir) le regaló la obra de Stallworth, el autor de Crooklyn no dudó en transformar el texto en una activa y comprometida cinta. “Pese a lo que pueda parecer, no me considero un cineasta político, soy simplemente un contador de historias; y algunas veces esos relatos pueden implicar asuntos políticos, que en mi caso no es siempre”, explica el cineasta nacido en Atlanta.
Independientemente de las declaraciones de Spike Lee, la implicación política y social está muy presente en Infiltrado en el KKKlan, desde el primer fotograma: una escena de Scarlett O’Hara en Lo que el viento se llevó, mientras anda por una estación de tren plagada de cuerpos de soldados del Sur; a la que siguen unas incendiarias declaraciones ante la cámara del xenófobo Dr. Kennebrew Beauregard (al que pone físico Alec Baldwin). Momentos que preceden a una trama que reproduce las vicisitudes de Stallworth (John David Washington) y Flip Zimmerman (Adam Driver), para poner sobre el tapete las acciones criminales del poderoso Ku Klux Klan.
Como en otros títulos del director de Plan oculto, la estética del filme es uno de los puntos fuertes para la distinción artística de este largometraje, con el que el estadounidense logró el Gran Premio del Jurado en el último Festival de Cine de Cannes. Un look que Lee enlaza directamente con la atmósfera del blaxploitiation de los setenta, género al que hace referencia en una de las secuencias más icónicas de la movie. “Crecí en los setenta, cuando el blaxploitation estaba en su momento álgido. Tengo una relación de amor-odio con esas películas. Por un lado, me parece que dieron una oportunidad a los actores negros; pero, por otro, la imaginería y las historias que cuentan no me convencen demasiado. De hecho, si ves la escena en la que Ron y Patrice discuten sobre estas películas, mantienen actitudes a favor y en contra”, explica SL, con una sonrisa.
En ese instante, la entrevista concluye abruptamente; sin que haya posibilidad para colar una simple pregunta. Cuestiones de autoridad organizativa, que cierran la sesión sin la posibilidad de que Lee pueda contar algo más sobre Infiltrado en el KKKlan.
Jesús Martín
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