Fallece el director Joel Schumacher a los 80 años de edad

      Nacido en Nueva York, el cineasta estudió diseño de moda y trabajó en la industria un tiempo antes de comenzar su carrera en el cine, su gran pasión, primero en el departamento de vestuario en los 70, en películas como El Dormilón o Interiores, e incluso como diseñador de producción en Abejas Asesinas. Dirigió algunas tv movies en los 70, debutando en 1974 con Virginia Hill, y saltando al cine con La Increíble Mujer Menguante en 1981, pasando por Los Locos del Taxi hasta que en 1985 consigue su primer gran éxito, con una película generacional que sigue siendo de lo mejor de su filmografía, St. Elmo, Punto de Encuentro. Luego llegaría otro de sus éxitos como Jóvenes Ocultos, y ya en los 90 triunfaría con títulos como Línea Mortal, El Cliente, Tiempo de Matar, Asesinato en 8mm o un Día de Furia. Y, sobre todo, será recordado por poner pezones al traje de Batman en Batman Forever y Batman y Robin, recogiendo el testigo de Tim Burton.

     Tras películas tan interesantes como Tigerland, y algún éxito de taquilla como Última Llamada, la llama del éxito del director se diluyó con el nuevo siglo tras fiascos como Veronica Guerin, El Número 23 o El Fantasma de la Ópera, mientras que sus últimos trabajos acabaron siendo en muchos casos directos a video como Twelve o La Masacre de Town Creek. Abiertamente gay, Schumacher no escondía su sexualidad en películas como Jóvenes Ocultos o las dos encarnaciones de Batman, con el propio George Clooney asegurando que su Batman era abiertamente gay y que así lo había interpretado. Pese a sus altibajos, sus películas regulares y algunas realmente terribles, nos deja un buen puñado de títulos disfrutables que conviene rescatar, sin duda. Descanse en Paz.