Crítica de la película Focus
Entretenida película donde destaca Margot Robbie.
La actriz ha venido para quedarse. Nos robó el corazón en El Lobo de Wall Street junto a Leonardo DiCaprio y aquí resulta al final lo más refrescante y memorable de la película, gracias no sólo a su atractivo animal (la cámara la adora y con ella el público) sino también a ese desparpajo que tiene que le da una naturalidad a todo lo que hace y que, en esta película, aumenta el interés de la misma por su sola presencia. No quiere eso decir que su compañero y protagonista, Will Smith, quede eclipsado o sea borrado por ella (aunque a veces así sea…), simplemente la presencia de Robbie es refrescante. Más que la trama de estafadores y timadores de la película.
Una trama que comienza en Nueva Orleans con un grupo muy habilidoso de carteristas, y que nos lleva hasta Buenos Aires, con un timador veterano que intenta enseñar los trucos del oficio a una novata con mucho potencial. Desde ahí los robos y los engaños se multiplican en ambas ciudades, aunque el problema es que tras el final en Nueva Orleans, la trama se estanca durante gran parte del relato hasta llegar a la gran traca final. Es una pena porque el inicio y su humor, los robos y, sobre todo, lo del partido de fútbol, son realmente ingeniosos, divertidos y enganchan, por cómo consiguen atraparte pensando que sabes lo que va a suceder. Y sin embargo la segunda parte de la película, más centrada en lo romántico por partes, es mucho menos interesante y divertida.
Cuando vean la película, su inicio y cómo nos lleva con ritmo y elegancia a la escena del partido de fútbol, con ese sensacional BD Wong (quienes hayan sido seguidores de Ley y Orden SVU sabrán quién es) entenderán a qué me refiero. Esa escena debía ser el final de la película. Pero no, la cosa se complica y prefieren añadir nuevos giros y personajes, olvidándose de algunos de los iniciales, y se hacen más serios, más densos, algo que no le sienta nada bien a la película. Dejan de buscar el entretenimiento puro del género para ponerse casi a buscar su alma de cine negro, sin conseguirlo del todo en ningún momento.
El resultado, evidentemente, no es malo. La película entretiene, su reparto tiene carisma y su pareja la suficiente química, pese a la diferencia de edad entre ambos, y la trama engancha, pese a los altibajos, pero nos queda la duda de qué hubiese pasado si hubiesen contado la historia del revés, si no hubiese sido más rápida, menos arrítmica y con más gracia. Al final este cine consiste en engañar al espectador y hacerle disfrutar del engaño como un truco de magia. Algo que el principio sí consigue y el final ni por asomo. Así que está descompensada, pero mantiene el tipo, no es perfecta, pero no aburre. Y tiene a Margot Robbie dando la cara y llamando a las puertas de Hollywood a cañonazos.
Jesús Usero
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