Amarga crรณnica sobre las consecuencias del terrorismo en Espaรฑa, que firma el veterano guionista Luis Marรญas. En ella, Josรฉ Coronado realiza uno de los mejores trabajos de su carrera.
Pese a que los filmes relativos a la violencia de ETA en el Paรญs Vasco no son muy frecuentes en la cartelera, la casualidad ha hecho que casi coincidan en las salas Lasa y Zabala y esta cinta, mรกs centrada en el sufrimiento de las vรญctimas anรณnimas que en los casos conocidos por los periรณdicos y los noticiarios. Posicionamientos distintos para una situaciรณn coincidente en cuanto a geografรญa humana.
Fuego no pretende en ningรบn caso ser un documento -mรกs o menos fiel- de realidades concretas, sino que imagina el dรญa a dรญa en la existencia de un individuo incapaz de olvidar el daรฑo que le produjo una bomba adosada a los bajos de su automรณvil.
Carlos (Josรฉ Coronado) es ese hombre con el รกnima en llamas candentes, quien no puede seguir con su vida despuรฉs de la explosiรณn del artefacto con el que ETA asesinรณ a su esposa. Ademรกs, producto del mismo, su hija Alba (Aida Folch) permanece condenada a una silla de ruedas.
Por eso, el protagonista decide volver a la localidad del siniestro, para hacer lo mismo a la familia del asesino que ejecutรณ a su cรณnyuge y arruinรณ su presente y su futuro. El plan que concibe el ex policรญa es el de hacerse pasar por un escritor que necesita una traductora de euskera, todo para acercarse a la esposa del terrorista: una mujer llamada Ohiana (Leyre Berrocal) que desea abandonar el sangriento pasado junto a su hijo, un muchacho con sรญndrome de Down que responde al nombre de Aritz (Gorka Zufiaurne).
Marรญas concibe su historia con los detalles necesarios para construir una galerรญa de personajes potentes, y con la suficiente fuerza escรฉnica para que sean ellos los que muevan la trama. En este sentido, el papel central (el de Carlos) queda dibujado con la precisiรณn de los retratos prolijos en rasgos definitorios; lo que ayuda a que su relaciรณn de amor fingido que experimenta con Ohiana sea percibida con interรฉs y desasosiego por parte del espectador.
Aunque en el propรณsito de la veracidad carnal, el director recibe la comprensiรณn sin lรญmites del elenco interpretativo al completo. Todos los componentes del cuadro dramรกtico se mueven con soltura a travรฉs del guion, siendo mรกs que meritorias las caracterizaciones de Coronado, Leyre Berrocal, Aida Folch y Gorka Zufiaurne.
Sin embargo, la pasiรณn con que el autor trata el trabajo de los actores hace que la historia mantenga un extraรฑo efecto de hipertrofia evolutiva. Algo que se nota demasiado cuando llega el momento de la venganza programada: parte en la que los acontecimientos empiezan a sucederse con una cierta torpeza.
El filme funciona mรกs con el cuerpo a cuerpo concebido a base de engaรฑos que con el ejercicio de la violencia desbocada. La crudeza sutil de los prolegรณmenos queda asรญ mucho mรกs contundente que la fiereza literal; la cual no es especialmente creรญble, pese a estar prevista desde el principio.
Jesรบs Martรญn
COMENTA CON TU CUENTA DE FACEBOOK