AnimaciĂłn de alta calidad con un director como Juan JosĂ© Campanella. Uno de los directores argentinos más prestigiosos a ambos lados del Atlántico, no sĂłlo por su trabajo como director y guionista de pelĂculas como Luna de Avellaneda, El Hijo de la Novia, El Mismo Amor, La Misma Lluvia… sino tambiĂ©n como reconocido realizador de series de televisiĂłn tan populares como House o Ley Y Orden: UVE. Y ahora da el salto a la animaciĂłn en una coproducciĂłn hispano-argentina para toda la familia que hará disfrutar tanto a pequeños y mayores, y aunque el tĂtulo haga pensar en el futbolĂn, la pelĂcula en realidad tiene casi más que ver con el fĂştbol y sus emociones, siendo de las mejores pelĂculas del deporte rey que puedo recordar. Con mucho sobre lo que reflexionar sobre el fĂştbol, las estrellas a las que encumbramos pero, sobre todo, el sentimiento que genera en la gente.
Un pequeño pueblo y un joven Amadeo que sĂłlo destaca jugando al futbolĂn, donde es el rey indiscutible. Pero cuando se hace mayor, uno de los primeros a los que derrotĂł regresa convertido en crack del fĂştbol profesional, habiendo comprado el pueblo para convertirlo en un casino y secuestrando al amor de Amadeo. Claro que nadie contaba con que los jugadores del futbolĂn cobrasen vida mágicamente, ayudando al protagonista a enfrentarse a su rival en un partido de fĂştbol Ă©pico… Y todo ello salpicado con el indiscutible toque de Campanella, su humor, la humanidad de sus personajes, su ternura y la emociĂłn que imprime al relato.
Un humor que en la mayorĂa de las ocasiones está más dedicado a los padres que a los niños. Desde el terrible equipo de fĂştbol, al partido, pasando por la aventura de los muñecos de futbolĂn, el mánager, las excentricidades del crack… Te rĂes y te rĂes mucho aunque no sĂ© hasta quĂ© punto lo entenderán los niños… pero los padres se lo pasarán bomba, en serio. Con una historia que tiene mucho que decir, mucho que contar sobre los sueños rotos, sobre quiĂ©nes somos, sobre aprender a perder para saber ganar, y con un final… curioso cuando menos. Nada más terrible y cierto a la vez que oĂr las Ăşltimas palabras del manager en el campo de fĂştbol, que te dejan con la sonrisa helada por lo que implican… Por el camino hay aventuras (esa feria, esa casa del crack, ese vertedero…) emociĂłn y Ă©pica en el partido final…
La animaciĂłn es brillante, la verdad, aunque he oĂdo y leĂdo a más de uno decir que está a la altura de Pixar… no, no lo está, en tĂ©rminos de animaciĂłn, no de historia o guiĂłn. Pero sĂ que supera a producciones como Gru o Lluvia de AlbĂłndigas. Y por mucho. MagnĂfico trabajo de movimiento, iluminaciĂłn y desarrollo de entornos. Aunque los niños a veces no entiendan por quĂ© se rĂen los padres, la pelĂcula enganchará a todos, con ese humor pĂcaro a veces, a veces bizarro, y a veces muy heredero de los Looney Tunes o de Tex Avery. Posiblemente la mejor pelĂcula familiar de las navidades y una nueva prueba del enorme talento de Campanella y de la animaciĂłn internacional (española y argentina en este caso), más allá de las todopoderosas empresas americanas.
JesĂşs Usero
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