Brigada de Élite es una trepidante mezcla de cine, cómics y videojuegos. Violenta, entretenida y potente película de gangsters que ahonda en el pulp. Un género que es una de las bases fundamentales para entender el cine moderno desde los años 30, con películas que pasarán a la historia, algunas de ellas homenajeadas por esta otra, que trata de reverdecer los laureles de un tipo de historias quizá algo abandonadas últimamente, como el western, pero que nos han proporcionado enormes momentos de cine. Y lo que no es cine. Porque como comentaba unas líneas más arriba, la película bebe encantada de las fuentes del tebeo, la novela y los videojuegos. Mojando en todas las salsas y haciendo que el resultado final sea la mar de entretenido.
En la ciudad de Los Angeles a finales de los años 40, un detective de homicidios, antiguo soldado en la guerra, poco afín a las normas y la política, debe encargarse de reunir un grupo de agentes que actúen al margen de la ley para evitar que un mafioso de Chicago se haga con el control de la ciudad. Vamos, que la sombra de Los Intocables de Elliot Ness planea sobre la película de forma continua, con momentos concretos de verdadero homenaje a la cinta de Brian de Palma, como ese tiroteo en las escaleras, o algún otro que conviene no destripar. Pero que nos trae una película que sabe de quién bebe y a qué público va dirigida.
El director de Zombieland, Ruben Fleischer, no tiene tapujos en tomar lo que más le interesa de las fuentes más diversas para proporcionarnos una película completamente pulp. No me cansaré de repetirlo porque parece que alguno no se ha enterado. Esto es género pulp. Y a sus diálogos me remito. Incluso a sus personajes, por si alguien no se ha dado cuenta. A partir de ahí, quien haya jugado al videojuego LA Noire verá muchas cosas de aquél en la película (empezando por el protagonista), como también las veremos de Dick Tracy (ese villano mezcla del Al Capone de Los Intocables y un malo de tebeo). Y de esa amalgama sale una película imperfecta, visualmente potente y con un reparto sensacional.
Sensacional porque un grupo de personajes que no son más que arquetipos, en sus manos se convierten en algo más. No, no son interpretaciones de Oscar, pero se nota que se lo pasan en grande con sus papeles. Desde el siempre genial Josh Brolin, pasando por Ryan Gosling, Emma Stone (qué listo es el director aprovechando la química entre estos dos vista en Crazy, Stupid Love), Sean Penn(demasiado pasado de vueltas, eso sí), Nick Nolte (sale poco, eso sí), Robert Patrick, Giovanni Ribisi o Anthony Mackie. Al que se le nota más perdido es a Michael Peña, una lástima.
Y qué quieren que les diga, con ese reparto, con una femme fatale, con una brigada del sombrero (otra película referente de ésta), con sangre, tiroteos y violencia a raudales, y con más de una escena memorable (la pelea final, el primer asalto de la brigada, el tiroteo en la calle…), nos encontramos ante uno de esos placeres culpables, que muchos disfrutan y que luego pocos se atreven a admitir.
Jesús Usero.
Opiniones del público a cargo de nuestro redactor Víctor Blanco. Follow @veblanco
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