Es evidente que las fuentes de las que bebe el cine a la hora de buscar sus argumentos han cambiado una barbaridad. De las grandes obras literarias, los cuadros, las óperas y los conciertos de otros tiempos, hemos pasado a un claro predominio de adaptaciones de comic, videojuegos, artículos de prensa, series de televisión e incluso colecciones de cromos (Marte ataca) o juguetes (Transformers, G.I. Joe). No tengo nada en contra de ello, porque los tiempos cambian, los gustos del público aparentemente también, y además cualquiera de las fuentes citadas es susceptible de dar buenas películas al cine si se adapta con talento.
Sin embargo no puedo evitar sorprenderme de la noticia que leo esta misma mañana, a saber: el programa Gladiadores Americanos, que el pasado verano emitió la cadena de televisión española Cuatro en las noches de sábado y presenta en su versión más reciente el inefable Hulk Hogan, va a ser trasladado al cine en clave de largometraje.
El creador del invento, Johnny Ferraro, quiere hacer una película de acción ambientada en el circuito de pruebas de los Gladiadores introduciendo una amenaza, artefacto explosivo o similar, entre las pruebas del circuito, a la que habrán de hacer frente en la fábula de ficción para el cine los concursantes y los Gladiadores que dan título al programa. El productor será Scott Mednick (300, Superman Returns…), y yo empiezo a preguntarme cuánto tardarán los responsables de la WWE, el programa de lucha libre que con el título Pressing Catch también emite Cuatro (por cierto, gran faena para los chavales que los siguen eso de cambiar el horario y pasarlo ¡a las 7 de la mañana, más o menos, sábados y domingos!). Los de la WWE tienen ya más de medio pie puesto en el cine y a través de la compañía WWE Films han producido ya algunas películas protagonizadas por sus estrellas, como El tesoro del Amazonas y Pisando fuerte, con La Roca Johnson, The Condemned, con Steve Austin, Los ojos del mal, con Kane, o The marine, titulada aquí Persecución extrema, protagonizada por John Cena, que ahora vuelve a intentar abrirse paso como estrella en el cine con 12 Rounds. No sería nada extraño que acabaran por inventarse un argumento para convertir a Cena, Kane, Batista, el Enterrador, Umaga, Rey Misterio y el resto de sus luchadores en héroes de una fábula cinematográfica.
Tiempo al tiempo.
En todo caso, quede claro que el precursor de este tipo de cine fue el irrepetible astro de la lucha libre mejicana Santo, el Enmascarado de Plata, respaldado por los no menos míticos Blue Demon y Octagón.