Nada como la violencia exagerada para tomarse a broma la mafia. Eso es lo que propone la รบltima pelรญcula de Luc Besson como director, un hombre que se prodiga poco en esas labores pese a sus muchos seguidores incondicionales, es mรกs habitual ver a otros dirigiendo sus guiones y a Besson en la labor de guionista y productor, pero por ejemplo entre Juana de Arco y Angel-A pasaron seis aรฑos, y si no es por la trilogรญa de los Minimoys, desde entonces sรณlo tendrรญamos Adele y The Lady, que es de 2011. Asรญ que se agradece que Besson vuelva a dirigir con mayor regularidad. Sobre todo si presenta productos tan divertidos y sin complejos como Malavita. Lo dicho, un producto que propone una sรกtira de la mafia a travรฉs de la violencia de sus personajes.
Un mafioso y su familia se mudan para vivir en una pequeรฑa e idรญlica poblaciรณn francesa, afiliados al programa de protecciรณn de testigos, que les mueve a menudo debido en parte a las excentricidades de la familia y a que la mafia sigue buscรกndoles. Si lo hacen, no quedarรก ni uno sรณlo con vidaโฆ Aunque, precisamente la familia no es quien mejor colabora con quien debe protegerlos, o con su seguridad, o para integrarse en el nuevo pueblo. El matrimonio y sus dos hijos son de armas tomar, y tienen sus propias ideas en lo que a seguridad se refiere. Aunque eso suponga meterse en mรกs de un problema. O poner en riesgo su vida.
El humor que destila la pelรญcula, conscientemente cargada de tรณpicos (sobre la vida en Francia y el odio a los americanos, sobre la mafia, sobre los agentes federales, sobre las cรกrcelesโฆ) funciona porque en lugar de basarlo en lo mรกs habitual, lo hace en las salvajadas violentas de una familia muy poco convencional, que resuelve sus problemas por la vรญa rรกpida. Y tambiรฉn la mรกs divertida. El robo de un estuche, las burlas en el supermercado, unos chicos que quieren ligar de malas formas, el fontanero guasรณnโฆ todo ello acaba en Malavitaโฆ como debe acabar. Con risas. Y mucha brutalidad.
El reparto se presta y se deja llevar para reรญrse de sรญ mismos, como De Niro haciendo sangre con sus pelรญculas sobre gangsters, Pfeiffer con la imagen de seรฑora de su hogar o Dianna Agron con su papel de mosquita muerta. O Tommy Lee Jones como agente del gobierno. Todos juegan con eso y con las caricaturas que son sus personajes, para conseguir hacer una comedia muy brutal a ratos, pero muy efectiva. Eso sรญ, el guiรณn tiene cosas que no hay por dรณnde cogerlas, como lo del periรณdico escolar (demasiada casualidad que tiene soluciones mรกs sencillas), y la pelรญcula no pasa de eso, entretenida, divertida y muy bien rodada. Y con un final oscuro que lo lleva todo al extremo. Pero con mensaje claro. La familia siempre unida. Como Micky Ojos Azules, pero con humor, o como Una Terapia Peligrosa, pero sin tanta terapia. Aquรญ la terapia se impone a golpes.
Jesรบs Usero
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