fbpx
AccionCine tu revista de cine y series
12.7 C
Madrid
lunes, abril 29, 2024
PUBLICIDAD

María Reina de Escocia ★★★★

María Reina de Escocia ★★★★

Crítica de la película María Reina de Escocia

El descomunal talento de Saoirse Ronan y Margot Robbie y los destellos de afilada escritura de Willimon rescatan de la mediocridad a la propuesta de Josie Rourke.

Proveniente del teatro con representaciones tan aclamadas como Coriolanus o el drama de época Les Liaisons Dangereuses, había cierta expectación por ver el debut en el largometraje de Josie Rourke con María, reina de Escocia. Apoyada en un libreto de Beau Willimon, showrunner de las cuatro primeras temporadas del remake americano de House of Cards, centra la historia en la figura de María Estuardo (Saoirse Ronan), conocida como María I de Escocia, que regresa de Francia en 1561 tras la muerte de Francisco II con el objetivo de ejercer su reinado en un país que estaba siendo gobernado por regentes. Ante su regreso, Isabel I de Inglaterra (Margot Robbie) se encuentra con la oposición de los católicos, que consideran que la legítima heredera de la corona inglesa es su católica prima.

Willimon, experto conocedor de la mezquindad del ser humano y sus ansias de poder, maneja con soltura los tejemanejes políticos y las traiciones e intrigas palaciegas, pero entre tanta verborrea política pasa por encima de determinados conflictos emocionales de María a los que habría convenido prestar más atención, como su infancia en Francia y su matrimonio, la fe incorruptible que le lleva a perder la corona o la tortuosa relación con su familia, tanto con su prima como con una retahíla de nobles, encabezada por su esposo Lord Darnley (Jack Lowden), cuyo interés por el poder les consume. Esa frialdad emocional, especialmente notoria en la primera mitad del film, complica la identificación emocional y poder entrar en el relato, que va cogiendo impulso hasta llegar a un explosivo final en una cabaña con un duelo interpretativo entre Ronan y Robbie en el que prima la contención emocional y las frases cargadas de subtexto. Es en medio de ese velado homenaje visual al cine de gánsteres e intriga cuando se produce el dilatado encuentro que el espectador estaba esperando y en el que la directora elabora una potente puesta en cuadro que se echa de menos en el resto del metraje. Rourke trabaja muy bien la iluminación naturalista, los primeros planos y construye escenas brillantes como la de la pérdida de la virginidad de María, repleta de rabia y visceralidad, la resolución de la subtrama LGBT, con un magistral uso del fuera de campo apoyándose en la actuación de Ronan, la despedida de María o el final; sin embargo, la austeridad de la puesta en escena contagia al ritmo.

En una era en la que Cersei Lannister defiende su trono frente a dragones, Targaryen y Stark y el matrimonio Underwood ha cometido cientos de tropelías por estirar su mandato en la pequeña pantalla, las rencillas políticas y familiares de María e Isabel no sorprenden ni intrigan especialmente. Al final, son dos mujeres fuertes, abanderadas del movimiento #MeToo antes de que fuera concebido e interpretadas por dos actrices que reclaman una nueva nominación a los premios de la Academia, las que marcan la diferencia en este drama de época.

Alejandro Gómez

Add to Flipboard Magazine.

COMENTA CON TU CUENTA DE FACEBOOK

©accioncine 

Alejandro Gómez
Todo en uno: cinéfilo, seriéfilo, melómano, lector voraz y tragaldabas.

AccionCine - Últimos números

Paypal

SUSCRÍBETE - PAGA 10 Y RECIBE 12 REVISTAS AL AÑO

Artículos relacionados

PUBLICIDAD

Últimos artículos