Martha, Marcy, May, Marlene es absolutamente imprescindible. Propuesta de cine de calidad. Un retrato esencial sobre el destrozo de las sectas.
En la misma semana en que se estrena Los Vengadores llega a la cartelera Martha, Marcy, May, Marlene para proporcionar una alternativa vรกlida e incluso primordial, porque si te gusta el cine no hay nada como buscar la sorpresa mรกs grata justo en el tipo de terreno que pisa esta excelente propuesta de cine independiente.
El mayor acierto de la pelรญcula reside en que ataca la realidad de las sectas con contundencia, pero sin histrionismo; con intensidad pero sin melodramatismo. Martha Marcy May Marlene no falta al respeto a su protagonista limitรกndose a convertirla en vรญctima. Ademรกs, la pelรญcula es ajena al exceso y el trapicheo fรกcil y miserable con las emociones del espectador para vender entradas por la vรญa del morbo. No hay en toda la pelรญcula una sola imagen gratuita. El relato que nos cuenta resulta por ello doblemente siniestro e inquietante, ya que nos llega desnudo de todo abalorio melodramรกtico y no tenemos otro remedio que contemplarlo como una crรณnica verosรญmil de la pesadilla que se va exponiendo en la pantalla con notable simplicidad y una sobriedad que refuerza la sensaciรณn de abrirnos una ventana a la vida de la protagonista.
Manejando con singular habilidad las claves del drama intenso, el director introduce ademรกs en un momento de la pelรญcula un giro que instala la intriga en el relato sin desnaturalizar lo que nos han contado hasta ese momento.
La principal herramienta en la colecciรณn de recursos de la pelรญcula reside en su ejemplar uso del presente y el pasado de la protagonista, una fluida composiciรณn de momentos distintos en la vida que nos mantienen tan confundidos y por tanto alertas, incluso inquietos, como a la propia protagonista, Martha.
Los momentos en la secta se alternan asรญ mezclรกndose como una continuidad con la vida de Martha en casa de su hermana y su cuรฑado, utilizando el agua como una especie de sutil nexo de uniรณn que aparece en algunos momentos destacados de la pelรญcula. La elegancia y lo sutil de su puesta en escena es una de las claves visuales de este largometraje. Un ejemplo de ello es la escena que muestra el momento en que Martha deja de ser sรณlo una vรญctima para empezar a ejercer ella misma tambiรฉn como verdugo introduciendo a la reciรฉn llegada en el grupo y su ritual de iniciaciรณn sexual. Un momento al que llegamos con gran fluidez desde una escena en la que Martha estรก con su hermana en el huerto y pasa a trabajar en el huerto de la secta en un ayer que a medida que avanza la trama va adquiriendo tintes mรกs siniestros. El plano de Martha esperando fuera del โrecinto nupcialโ a que se consume la iniciaciรณn de la novicia es uno de los momentos mรกs intensos que nos ha ofrecido el cine en los รบltimos aรฑos, precisamente por su aparente simplicidad que sirve para apuntalar la ceremonia de normalizaciรณn de lo terrible.
El terror de lo cotidiano, sin sobrecargas musicales melodramรกticas, ni planos truncados, sin sobrepuntuaciรณn visual alguna, con una sencillez casi de documental, es otra aportaciรณn que hace de esta pelรญcula una de las ofertas mรกs interesantes, serias y maduras de la cartelera. A ello hay que aรฑadir la notable habilidad del director para hacer que su pelรญcula vaya cobrando un ritmo de desarrollo insidioso que camina hacia lo inquietante con las primeras incursiones de los sectarios en las casas. Una insidia como la que se manifiesta en toda secta y que nos pone en tensiรณn con ese fundido a negro que cierra la escena de la crisis nerviosa de Martha porque tememos despertar con ella en el pasado de la secta. Una insidia que nos lleva a entender e incluso compartir el mosqueo del cuรฑado en la cena y llegar a la conclusiรณn de que quizรก la protagonista no pueda estar en otro sitio mรกs que en una secta, lo que consigue convertirnos como espectadores tambiรฉn en parte del problema.
El reparto consigue ademรกs respaldar ese empeรฑo del director en que aรบn identificรกndonos con la atribulada protagonista, entendamos y compartamos tambiรฉn puntualmente las posturas, reacciones y zozobras de su hermana y su cuรฑado. Martha es un personaje construido de forma brillante por Elizabeth Olsen, la hermana pequeรฑa de las otrora cรฉlebres gemelas Olsen, que tras haber aparecido en Luces rojas demuestra aquรญ ser una gran actriz a la que hay que seguirle la pista con interรฉs porque puede darnos muchos momentos brillantes en sus prรณximos proyectos, y de la que se rumorea que podrรญa ser la protagonista de la versiรณn norteamericana de Oldboy. Estรก eficazmente respaldada por el trabajo contenido pero intensamente dramรกtico de Sarah Paulson como Lucy, la hermana, de Hugh Dancy como el cuรฑado, y sobre todo de John Hawkes, que escapa de su encasillamiento como personaje vulnerable interpretando al siniestro lรญder de la secta.
Creo que la pelรญcula deberรญan ser obligatoria para mentes cรกndidas y trรกgicamente despistadas al efecto de despejarles todas las dudas respecto al tema de las sectas y las comidas de coco organizadas. Seamos claros: si eres joven y despuรฉs de ver esta pelรญcula eres tan ingenuo como para dejar que te enreden en alguna secta o similar te mereces lo que pueda pasarte, por imbรฉcil. Por dejarte robar la personalidad a cambio de la mรกs absoluta nada en lugar de estar prevenido cuando un sectario asome el hocico a tu alrededor y quiera comerte el coco. Deberรญa sobrarte con el instinto de supervivencia que traes de fรกbrica para saber que si te prometen paz espiritual y felicidad sin materialismo a cambio de la pรฉrdida de la identidad y de convertirte en una oveja de su rebaรฑo no cabe duda de que te la quieren meter doblada. Pensar por tu cuenta es tu responsabilidad en una รฉpoca como la nuestra, en la que la gente pierde la identidad con una facilidad que espanta a cualquiera con dos dedos de frente y suficientes neuronas en condiciones operativas. Hoy, como siempre, los lobos suelen presentarse con piel de cordero y escupiendo filosofรญa barata de anuncio de refresco sin cafeรญna y poesรญa de puerta de retrete escrita con rotulador verde fosforito que te invita a perseguir tus sueรฑos, convertirte en lรญder y otras vainas similares. La pelรญcula tambiรฉn describe a la perfecciรณn esa banalidad supina vendida como liberaciรณn del alma en la secuencia de los cantarines con la guitarrita. Estรก tan conseguida que me cabreรณ hasta el punto de desear que se les apareciera de repente el gran Blutarsky (John Belushi) de Desmadre a la americana para romperles la guitarra en la cabeza.
Buena prueba de que la pelรญcula te atrapa.
Miguel Juan Payรกn
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