Elementos muy sencillos para componer un thriller muy efectivo. A saber, un director inteligente que sabe muy bien cómo contar la historia, un reparto perfecto en sus papeles con sorpresas más que gratas, una producción ajustada e inteligente y un guión quizá algo efectista, pero efectivo, que mantiene la tensión con suficiente ingenio. Esa es la propuesta del director madrileño Jorge Dorado, que debuta en el largometraje con esta película, lo que le ha servido para ser nominado al Goya al mejor director novel. Y con bastante justicia. Sus maneras elegantes, la perfecta puesta en escena, el trabajo con los actores, el gusto por el detalle… todo suma puntos en esta producción en la que también se nota la mano de Jaume Collet Serra, productor de la misma y responsable de películas como La Huérfana, con la que ésta tiene algunos puntos en común. Pero también una personalidad propia.
La trama curiosa de esas personas capaces de navegar entre los recuerdos ajenos y de resolver así complejos casos a través de la memoria, nos lleva a una de esas personas que casi pierde la vida por un recuerdo traumático, y que vuelve a trabajar con una joven que bien podría ser una psicópata o bien podría estar viviendo una conspiración que busca acabar con su vida. Es esta joven uno de esos nexos con el cine de su productor, especialmente La Huérfana. Ese personaje femenino joven, especie de Lolita que esconde una sociópata… o no. Aunque en este caso, pese a las gotas de terror, la película prefiere surcar los caminos del suspense, del thriller, apoyándose en el buen hacer del director, repito, su gusto por los detalles (ojo a la primera aparición de Mark Strong y su reacción a un recuerdo en el que nada puede hacer), el buen pulso narrativo. Y los actores. Strong podría ser interesante si leyese la guía telefónica, y aquí escapa de los villanos que le han podido encasillar estos últimos años. Brian Cox tres cuartas de lo mismo. Aportan la seguridad y seriedad de su enorme talento y su experiencia de años.
Pero el premio se lo lleva la joven Taissa Farmiga, la joven actriz que descubrimos en American Horror Story y que aquí desata un vendaval de manipulaciones, miradas, gestos, insinuaciones y pura mala uva cuando conviene, para completar un personaje que podría ser el más tópico de todos en manos de otra actriz. Magnífica. Porque pese a todo lo bueno antes mencionado la película no termina de funcionar al final por culpa del guión. Algunos tópicos manidos, lo previsible de parte de la trama y la sorpresa final que está bien, pero que a la hora de cerrar las tramas se queda a medio gas, le faltan agallas y le sobran explicaciones, le sobra un pequeño giro al final del todo que, además, invalida toda la película y la sorpresa final (que no es la de Farmiga, por cierto, en ese punto la peli es previsible). Le falta una vuelta de tuerca a ese guión, porque la película funciona, entretiene, intriga y tiene varios sustos más que curiosos. Buen cine comercial y además español.
Jesús Usero.
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