fbpx
AccionCine tu revista de cine y series
18.4 C
Madrid
viernes, mayo 10, 2024
PUBLICIDAD

Mine ***

Mine ***Fabio Guaglione y Fabio Resinaro afrontan un arriesgado debut en la dirección con esta historia, constreñida en escenarios y personajes. Un trabajo donde Armie Hammer no consigue extraer la necesaria empatía, pese a su esforzada interpretación.

Un soldado en medio del desierto, quemado por la abrasadora solanera y congelado por el frío nocturno. El hombre no se puede mover, porque tiene la seguridad de que ha pisado una mina. Las horas pasan, y el rescate nunca llega. Estas son las coordenadas dramáticas y argumentales de una ópera prima extraña en una industria dada a los blockbuster, plagados de espectacularidad y efectos especiales.

Los Fabio (Guaglione y Resinaro) se atreven con un guion donde la omnipresencia de su protagonista (Armie Hammer) les obliga a realizar ejercicios de malabarismo escénico, con la esperanza de no cansar demasiado al personal. Lo que ocurre es que el resultado se aleja bastante de evitar las redundancias situacionales, con lo que el ritmo queda herido de muerte.




Sometido a las limitaciones minimalistas impuestas por el libreto, Armie Hammer construye un papel rocoso y con conflictos afectivos mal explicados, en el que únicamente se atisba la batalla interna de un hombre joven capaz de abortar una misión solo por no poder asesinar a un supuesto terrorista, mientras este es testigo en una boda.

La película basa su absoluta garantía de verosimilitud en el citado militar norteamericano, lo que ocasiona un problema de interés, enfatizado cuando las alucinaciones y pesadillas no son suficientes apoyos para sostener la comprensión de alguien que voluntariamente prefirió ir a la guerra, en vez de quedarse en su casa con su familia y su novia.

Las interminables horas que consume Mike (nombre del francotirador) sobre una mina pesan como una losa, ya que ni las apariciones ocasionales de los reducidos secundarios consiguen mitigar la sensación de asistir a una representación carente de agarraderas temáticas, ilustrada a trozos por los pensamientos desquiciados del individuo atrapado.

No obstante, los Fabio intentan jugar con los componentes que les ofrece el rocambolesco planteamiento, y no les sale mal del todo. Dentro de las figuraciones ocasionales, la más sorprendente es la de las alimañas del desierto, que aparecen por la noche para convertir al soldado en su alimento. Las secuencias relativas al asedio están grabadas con un sentido coherente de terror desatado, lo que provoca un miedo extensible de manera efectiva por el patio de butacas.

Menos afortunado se atisba el diseño del beduino y su hija, los cuales campan por el área minada con una soltura pasmosa. Aparte, las conversaciones con el estadounidense son como de filosofía de mercadillo, en la que no faltan frases a lo Paulo Coelho que -más que impactar- ocasionan el sonrojo.

Aunque, puestos a destacar las virtudes del filme, lo mejor está en el impactante decorado. El desierto, con su faz de monstruo arenoso, está retratado a la perfección en la cinta, con un plantel completo de peligros y problemas. Este escenario es lo que otorga a Mine una categoría por encima de sus posibilidades, lástima que sea la naturaleza lo que determine las dimensiones existenciales de la trama.

Jesus Martín


COMENTA CON TU CUENTA DE FACEBOOK

©accioncine


AccionCine - Últimos números

Paypal

SUSCRÍBETE - PAGA 10 Y RECIBE 12 REVISTAS AL AÑO

Artículos relacionados

PUBLICIDAD

Últimos artículos