Crítica de la película Mortal Kombat
Entretenimiento de acción trepidante mejor que sus predecesoras. .
Bien cierto es que no era muy difícil mejorar lo propuesto por las anteriores películas de Mortal Kombat, pero eso no le resta mérito como entretenimiento competente a esta película que además tiene el acierto de incorporar la brutalidad y las pinceladas gore en sus combates.
Además tiene más presupuesto y sabe cómo utilizarlo para, en coherencia con su verdadera naturaleza y origen, de los que no reniega, proporcionarle al espectador una ración de tollinas muy competente y divertida que hará las delicias de los amigos del guantazo per se.
Sus puntos flacos. Primero el guión. No es que sea malo: simplemente está al servicio de lo que se persigue; y lo que se persigue no es hacer una película que profundice en los personajes, tramas, conflictos, intriga. Se trata aquí por el contrario de poner a un puñado de tipos y tipas a darse leña limonera durante aproximadamente una hora cuarenta y cinco minutos de metraje con el mínimo pretexto posible. La película dura una hora y cincuenta, más o menos, el resto del metraje es para soltar algunos diálogos imprescindibles y bastante obvios, en un guión bastante previsible, y bastante obvio. Tan obvio que termina como empezó, tan obvio que antes de que pasen las cosas ya te las hueles, tan obvio que no hay una sola sorpresa en su hora y cincuenta, más menos, de metraje. Por supuesto no voy a hacer spoiler, pero en ese sentido no puede presumir de correr riesgos o tener demasiada originalidad. Ahora bien, seamos serios, toca preguntarse: ¿realmente alguien esperaba otra cosa? Esto es Mortal Kombat. O vienes al cine ya engorilado de casa y te dejas el libro de Kafka en la guantera del coche o estas más perdido que un pingüino en el desierto de Tabernas vestido con el poncho de Clint Eastwood y buscando a Sergio Leone.
Aquí de desarrollo de personajes, poco o nada. Las motivaciones de los personajes: primarias. Los malos son muy malos porque el mundo los hizo así. Ni te explican por qué Bi-Han le tiene tantas ganas a Hanzo ni tampoco mucho más del resto de personajes. Y para ser sincero no creo que a la mayor parte del público de referencia para este tipo de producto le importe. Aunque ciertamente quitarse de encima el pasado de Liu Kang con unas cuantas frases de diálogo ahorra dinero pero queda algo cutre, todo hay que decirlo, y además merma solidez al vínculo que supuestamente tiene con Kung Lao. Sonya Blade es puro esquema, personaje bidimensional de recortable con conflicto y objetivos bastante limitados. Otro tanto puede decirse de Jax. Solo Kano tiene algo más de gracia, pero principalmente por su exhibicionismo de incorrección política que anima el diálogo en algunos momentos.
El resto de la película es lo que anuncia su título: una pelea casi continua, con los consabidos problemas de ritmo, más entretenida al principio -en la fase de reclutamiento de campeones- que al final, y con buen despliegue visual y algunos planos de destripamiento y sangre suficientemente pasados de rosca como para ganarse el afecto de los coleccionistas de momentos brutales en secuencias de acción.
Resumiendo: película divertida si te gusta este tipo de cine -a mí me hace pasar buenos ratos engorilados-, pero con todas las limitaciones de su propia naturaleza, eso sí, servida con lujo visual que no suele verse en este tipo de propuestas cuando caen en el territorio de la serie B o de la serie Z.
Un pasarratos trepidante y competente.
Miguel Juan Payán
★
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