Miley Cyrus vuelve al cine con esta floja comedia de acción. Aunque lo de volver es un tanto… peculiar. La actriz hizo esta película hace más de un año, y todavía podemos verla en ella con su característica melena castaña, en lugar de su actual y radical look. Así que, sí, vuelve pero sólo para nosotros y tarde. Y la verdad es que tampoco hacía falta, porque no hay mucho que rascar en esta película con excepción de los más fanáticos de la cantante y actriz, aquellos que aplauden todo lo que hace sin importar qué es. Para el resto del mundo, es una versión mediocre de otras películas similares, demasiado similares, con buena producción, aunque algo televisiva. Y con algún buen golpe de humor.
Una detective que debe infiltrarse en una hermandad de la universidad en un caso en el que se ve involucrada por el FBI. La trama es una mezcla de Miss Agente Especial e Infiltrados en Clase, pero sin el humor de la segunda, mucho más en la línea de la primera. Y sin Michael Caine para dar vidilla al asunto y poder reírnos todos con él. Parece ser que a alguien le hizo mucha gracia la película protagonizada por Jonah Hill y Channing Tatum y pensó que una versión con Miley Cyrus sería la leche. Pero se quedaron a medio camino entre querer dar una imagen más adulta a la joven y mantener su estatus de estrella Disney. Y todo no puede ser en esta vida. Para que una trama así, absurda y algo surrealista, funcione, tiene que haber mala baba y gamberrismo.
Y aunque hay momentos en los que alguna línea de guión salva la situación y nos hace reír, o incluso el personaje de Miley al principio parece ser una chica menos dulce que de costumbre, todo vuelve al camino de las películas Disney, menos en su tramo final, cuando de golpe se pierde el humor y parece querer ser sólo una película de acción, un género que le sienta mal y en el que no encaja para nada si no está acompañado de un mínimo de gracia. Porque la historia no tiene miga, no hay de dónde tirar. No hay nada que hacer con ella. Así que si encima se ponen serios con ella… cae, cae en picado. No ayuda que Cyrus tenga cara de estar aburriéndose toda la película, ni que la presencia de algunos secundarios como Jeremy Piven, Alexis Knapp, Autumm Reeser o Kelly Osbourne, no está todo lo aprovechada que debería.
No aburre, y se ve tranquilamente con la cabeza desconectada, sin pensar. Pero no tiene casi chispa, es plana y muy regular en su conjunto. Como si nadie estuviese realmente interesado en hacer algo interesante, pero todos fuesen demasiado profesionales como para equivocarse de verdad en el proyecto. Que lo mismo podía haber arreglado las cosas. Como despedida de Miley Cyrus del cine hasta nuevo aviso… podía haber sido algo mucho mejor. Pero si te gustó Miss Agente Especial o Super Agente Cody Banks o Infiltrados en Clase, le puedes sacar partido.
Jesús Usero
COMENTA CON TU CUENTA DE FACEBOOK
