รlex de la Iglesia consigue notables resultados en esta pelรญcula, que pone en solfa los problemas sentimentales de tres parejas; las cuales se reรบnen para cenar durante una noche monopolizada por un mediรกtico eclipse lunar.
En 2016, Paolo Genovese estrenรณ una comedia titulada Perfectos desconocidos, que se convirtiรณ en una sensaciรณn cinematogrรกfica en Italia. Un aรฑo despuรฉs, รlex de la Iglesia hace suya esta peculiar historia, para trasladarla al Madrid de los comportamientos aburguesados, personificados en seis amigos obligados a mentirse mutuamente.
Belรฉn Rueda (Eva), Eduard Fernรกndez (Alfonso), Eduardo Noriega (Eduardo), Juana Acosta (Ana), Dafne Fernรกndez (Blanca), Pepรณn Nieto (Pepe) y Ernesto Alterio (Antonio) son los comensales escogidos por el responsable de La comunidad, para montar esta pelรญcula con marcado sabor a teatro filmado.
Aunque la acciรณn de la cinta se halla sujeta a los mรกrgenes precisos del salรณn en el que se celebra la reuniรณn del reparto coral, De la Iglesia no da muestras de cansancio ni de agotamiento narrativo, y eso que las situaciones en algunas ocasiones se encuentran sacadas de contexto y con algรบn toque de redundancia chistosa.
El acierto en mantener el ritmo lo tiene un guion conformado en torno a los giros contantes que marcan los personajes, siempre sujetos a las posibles infidelidades de los seis individuos que componen el cuerpo escรฉnico; y que provocan la hilaridad colectiva, a base de peleas y malentendidos.
En la fauna seleccionada por el cineasta bilbaรญno hay una pareja de reputados profesionales e intelectuales (Eva y Alfonso), un dueto formado por una ama de casa cansada de su situaciรณn y un marido excesivamente puntilloso (Ana y Antonio), un taxista obsesionado con el sexo y una veterinaria joven y enรฉrgica (Eduardo y Blanca), y un profesor de educaciรณn fรญsica soltero y en paro (Pepe). Tales tipos son los que se sientan a la mesa, mientras esperan degustar un extraรฑo eclipse lunar, que promete afectar al comportamiento de los incautos terrรญcolas.
A lo largo de la velada, los invitados proponen jugar a las verdades sin ocultamientos ni despistes; y para ello, dejan los mรณviles encima del mantel y obligan al que es llamado (tanto por mensaje como por phone call) a dejar escuchar a los demรกs la conversaciรณn entrante, o a enseรฑar al grupo la foto o texto enviados.
Sin embargo, lo que empieza como un inocente pasatiempo acabarรก destruyendo la armonรญa entre los seis participantes, y hasta la amistad mutua.
รlex de la Iglesia confรญa el รฉxito de la comedia a un grupo de actores agradecidos con los roles que les han caรญdo entre las manos. Cada pieza humana del elenco interpretativo goza de un desarrollo lo suficientemente convincente como para que sus cuitas provoquen la expectaciรณn; trampa o enganche que el director siembra a travรฉs del talento humorรญstico y dramรกtico del equipo artรญstico al completo. Una fรณrmula que aleja a Perfectos desconocidos de los anteriores trabajos del autor de El dรญa de la bestia, para acercar la propuesta a un estilo comparable con el de Pedro Almodรณvar en Mujeres al borde de un ataque de nervios, o al de Roman Polanski en Un dios salvaje.
Semejantes virtudes por el lado del cuadro actoral consiguen elevar el tono del filme, al que se le echa en falta mayor concreciรณn en la importancia temรกtica del eclipse; y cuya mala baba queda silenciada por un desenlace bastante desafortunado.
Jesรบs Martรญn
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