Crítica de la película Proyecto Power
Superhéroes desde un punto de vista distinto.
Si están cansados del género y no soportan ni una película más de Marvel o DC, pueden estar de enhorabuena o mandar a paseo esta película si siente que el género está sobrexplotado. Si sin embargo es de la primera opinión, puede encontrar un nuevo punto de vista en el género, algo más violento y sangriento, algo más dirigido al policíaco por momentos, y algo más cercano a autores como Greg Rucka en el mundo del cómic, aunque el guión de Mattson Tomlin sea original. Pero curiosamente Netflix, quien estrena esta película también nos dio una versión de un cómic de Rucka hace nada, La vieja Guardia, con la que esta nueva película tiene algún paralelismo. Ambas quieren aspirar a algo más que simplemente cine de superhéroes.
La historia nos traslada a la ciudad de Nueva Orleans y a una curiosa premisa. ¿Y si apareciese una nueva droga que da poderes durante cinco minutos a quien la toma? No los mismos, cada persona recibe poderes distintos, pero sólo durante cinco minutos. Sea superfuerza, velocidad, camuflaje, resistencia… Todos obtienen algo (o no, porque puede salir realmente mal). En ese nuevo mundo, un policía colabora con una joven que trafica con la droga, para conseguir un punto de apoyo que sirva para enfrentarse a un nuevo tipo de crimen que parece imposible de detener. Mientras un hombre llega a la ciudad con buscando a los responsables de la droga y a quien sepa algo sobre su misterioso origen.
Una película como ésta tiene tres elementos claves, guión, estilo visual y reparto, y en este último caso la confianza recae en sus dos protagonistas principales, Joseph Gordon-Levitt y Jamie Foxx, quienes saben perfectamente dar vida a sus personajes y que destilen algo de carisma. Lo mismo para la tercera en discordia, Dominique Fishback, pero quizá no tanto para personajes excesivamente tópicos como el de Rodrigo Santoro, el de Amy Landecker o el de Courtney B. Vance. Este último parece sacado de una mala peli de acción de los ochenta, la verdad… Porque el guión es sin duda el punto débil de ese triángulo y, sin ser terrible, nunca termina de destacar. Y por momentos cae en tópicos del género y en momentos que no encajan…
Los momentos en los que la protagonista femenina rapea, que hacen que no tengamos más historia sobre su relación paterno filial con otros personajes, por ejemplo. Es como si en mitad de La Jungla de Cristal, metiesen dos números de ballet. Más de un personaje tópico y resoluciones de poca enjundia, nos dejan un sabor agridulce porque en lo visual, y con un presupuesto que asumo ni se acerca al cine de Marvel o DC, la película funciona a las mil maravillas. Henry & Rel, sus codirectores, tienen maneras de grandes realizadores de acción. La escena desde la cámara frigorífica es perfecto ejemplo. O el asunto en el barco (no contaremos más, claro). Son ejemplos de que hay talento y que la película puede ser muy, muy entretenida. Y lo es. Su mezcla de géneros, policíaco, ciencia ficción, superhéroes… funciona y nos hace pasar un buen rato. Y seguramente pone la mesa para una posible secuela.
Jesús Usero
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