Relatos Salvajes. Muy recomendable. Se hace grande entreteniendo y propiciando la reflexiรณn.
Lo que hace Relatos salvajes es ejercer una de las funciones mรกs interesantes e imprescindibles del cine, que no es otra que la de convertirse en espejo y mostrar al espectador cรณmo somos, cรณmo nos comportamos, quรฉ tenemos de bueno, de malo y de regular. Y en este caso lo tremendamente fรกcil que resulta convertirnos en carne de caรฑรณn a consecuencia de nuestra facilidad para entregarnosย a nuestros instintos mรกs bajos.
Presidida por un humor negro brillante que recorre toda la pelรญcula y aรฑadiendo algunos momentos de terror e intriga notables, Relatos salvajes juega con la fรณrmula del encadenamiento de historias y personajes distintos y asรญ de algรบn modo se convierte en una especie de traslado al cine de las estrategias que lucรญan las revistas de historietas de terror. Inevitablemente me ha recordado publicaciones de gran predicamento en los quioscos espaรฑoles de los aรฑos setenta que compraba cuando era chaval, Dossier Negro, Vampus, Creepy, Vampirella, Rufus, Fantom, Espectrosโฆ pero sustituyendo las claves fantรกsticas, que no estรกn en esta pelรญcula, por el mucho mรกs inquietante escalofrรญo del costumbrismo, que le permite hacer una incursiรณn en momentos atroces y costumbristas que por ese camino me han recordado algunos de los geniales disparates de los artรญculos, cuentos, poesรญas y novelas del imprescindible Charles Bukovski. Creo que Bukovski le habrรญan gustado estos Relatos salvajes que en algunos momentos me han recordado muchas de sus claves, personajes e historias, por ejemplo Cristo con salsa barbacoa.
Varias historias nos acercan a momentos de cruce de cables en los que un pequeรฑo desacuerdo o desencuentro, una palabra dicha mรกs alta que la otra, una chulerรญa, derivan en tragedia o en disparate, porque uno de los grandes aciertos de la pelรญcula es precisamente saber mantener el ritmo y el interรฉs durante todo el metraje, algo nada fรกcil tratรกndose de una pelรญcula compuesta por un puรฑado de fรกbulas mรกs o menos breves. Cada nueva historia encaja como un guante con la anterior, alternando los tonos mรกs negros y trรกgicos con lo sorprendente. Mi historia favorita la del Ingeniero Bombita, con el gran Ricardo Darรญn, cuya historia es un caso muy cercano de abuso del ciudadano del que somos vรญctimas urbanitas de todo el planeta que le echa agallas y gracia a la fรณrmula que intentara explotar a medio pistรณn y bajรกndose finalmente los pantalones Joel Schumacher en Un dรญa de furia. Le sigue la historia de la boda, por disparatada y porque contiene varios giros inesperados y es imposible predecir a dรณnde va a ir a parar. Es la mรกs volcรกnica y enรฉrgica de todas. Y en tercer lugar, la historia mรกs terrorรญfica e inquietante, la de los dos conductores que protagoniza otro astro argentino muy presente en el cine espaรฑol, Leonardo Sbaraglia. Es tan posible, tan verosรญmil, que asusta. Mucho. Incluso si no eres conductor. Incluso si sรณlo eres un tipo que lleva mal los empujones del metro y salta a la primera, o que va a lo suyo y de repente se encuentra metido en una refriega absurda tan propia de los urbanitas esclavizados de primera maรฑana, a los que no nos queda otra que ir mal madrugados a trabajar y generalmente con un humor de perros, para levantar nuestra parte del paรญs y la parte del paรญs que no levantan esos otros vagos sinvergรผenzas y miserables que en muchas ocasiones cobran ochocientas veces mรกs que nosotros y a los que todos conocemos con nombres y apellidosโฆ ยฟLo ven? ยกYa me estoy calentando! Me sale el lado cabreado y cainita que tan bien ha sabido reflejar Damiรกn Szifrรณn en su pelรญcula.
Por eso creo que es muy bueno y saludable mirarse en el espejo de estos Relatos salvajes.
Y ademรกs te echas unas risas, o unas sonrisasโฆ aunque luego se te queden congeladas en los labios pensando lo muy real que es todo lo que te estรกn contando.
Lo dicho: brillante.
Miguel Juan Payรกn
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