Julius Avery debuta como director de largometrajes, con esta acelerada pelรญcula sobre robos rocambolescos. El resultado es un filme un tanto irregular en su desarrollo, aunque aporta buenas sensaciones de cara a la futura carrera del director australiano.
Si hubiera que escoger un sentimiento respecto a Son Of A Gun, este serรญa el de la confusiรณn. La extraรฑeza que conlleva tal efecto se impone con fuerza a lo largo de las secuencias iniciales de esta obra. Asรญ, y segรบn los prolegรณmenos de la cinta, parece que la movie va a ser una crรณnica penitenciaria en un primer acercamiento, con peleas en el patio y violaciones en las duchas. En ese contexto es como se encuadra la presentaciรณn del personaje que interpreta Brenton Thwaites: un chico descarriado que responde a las iniciales de JR, el cual ingresa en la cรกrcel por un periodo de seis meses, debido a un supuesto delito de pequeรฑa gama. Un boy con aspecto salvaje y determinado, que se muestra como carne de caรฑรณn a los ojos de los matones mรกs sรกdicos del penal.
Sin embargo, pronto adquiere una presencia protagรณnica el misterioso papel al que da vida el escocรฉs Ewan McGregor: un hampรณn con una larga condena de por medio, que acredita el nombre de Brendan Lynch.
Hasta llegar a ese momento poco o nada se ha explicado respecto a JR y Brendan (ni siquiera se tiene informaciรณn alguna de sus faltas con la ley), lapsus que genera una especie de desasosiego en el espectador: malestar que tiene mรกs que ver con la exasperaciรณn por el olvido, que con el verdadero interรฉs por comprobar adรณnde quiere llegar el cineasta. No obstante, Avery repara pronto este error โaunque solo a medias-, al concretar la naturaleza del acercamiento del hombre al que encarna McGregor hacia el ingenuo chaval con los rasgos de Thwaites.
Ese periodo de la cรกrcel es quizรก el que peor estรก reflejado en la cinta: expuesto con fotogramas de rancia violencia penitenciaria, sin chispa ni inquietud. Un efecto que pone al descubierto las carencias del filme.
Mรกs entonada estรก la parte que transcurre fuera de la instituciรณn de mรกxima seguridad, ilustrada con la huida del penal y el asalto a una fรกbrica de lingotes de oro. Sin embargo, el largo es incapaz de aumentar sus expectativas de la manera adecuada. Y todo por culpa de un guion que solo ofrece bosquejos desgarrados de cada uno de los personajes, cuyas existencias no logran la comprensiรณn adecuada en ningรบn instante. Ni siquiera la relaciรณn amorosa que mantienen JR y una prostituta llamada Tasha (Alicia Vikander) alcanza una mรญnima cota de verosimilitud.
Todo ello hace que Son Of A Gun se perciba con bastante escepticismo, y que el trabajo de los actores estรฉ afectado por tal confusiรณn general. Un elemento de despiste que enfatiza la inadecuada elecciรณn de Ewan McGregor, para caracterizar a un individuo que no se ajusta a sus caracterรญsticas fรญsicas; ya que el britรกnico posee unas facciones demasiado delicadas, lejos de las cicatrices de un delincuente como Brendan Lynch.
No obstante, Avery sรญ que exhibe un agradable pulso en las escenas de acciรณn, donde el oceรกnico parece inspirado creativamente por el cine de Michael Mann.
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Jesรบs Martรญnย
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