Star Trek: en la oscuridad. Aรบn mejor que la primera entrega. Mezcla perfecta de aventuras y ciencia ficciรณn. Pistas para Star Wars VII.
J.J. Abrams vuelve a la franquicia de Star Trek y deja claro por quรฉ desde el momento en que decidiรณ abordar la misma tomรณ como referente a la tripulaciรณn de la serie clรกsica, Kirk, Spock y compaรฑรญa. Es la que mejor se ajusta a su estilo e inquietudes como creador de series y narrador de historias tanto en la televisiรณn como en el cine, que en esta ocasiรณn le ha llevado a perfeccionar el esquema argumental de la primera entrega trabajando sobre un curioso ejercicio de hibridaciรณn de esos personajes de la serie y las pelรญculas de la tripulaciรณn clรกsica de la Enterprise con un arranque que parece sacado de una entrega de las aventuras de Indiana Jones y casi no para ya hasta el final de esta brillante segunda entrega.
De los estrenos que he visto hasta el momento en este verano tan repleto de superproducciones dedicadas al ocio y la evasiรณn, me atrevo a decir que Star Trek: en la oscuridad es la segunda mejor propuesta junto con El hombre de acero, con la que tiene unos cuantos puntos en comรบn. El motivo es que Abrams ha conseguido sacarle todo el jugo a la mรญtica de los viajes de la Enterprise conduciรฉndola con pulso cada vez mรกs firme por esa especie de lรญnea paralela a la de las pelรญculas anteriores que se inventรณ en la primera entrega para poder fabricar con mayor libertad su propia versiรณn del asunto. Y al mismo tiempo que rinde cumplido homenaje a sus claves, consigue arrimar el ascua a su sardina e imponer un estilo visual y un ritmo mรกs cercano a su verdadera pasiรณn galรกctica, que sigue siendo Star Wars. Asรญ construye una pelรญcula en la que hay sitio tanto para los guiรฑos que harรกn ilusiรณn a los trekkies de toda la vida, seguidores incondicionales de Kirk y Spock, y ademรกs impone una visiรณn de ese universo narrativo que es mรกs cercana a las producciones de George Lucas o Steven Spielberg, padres fundadores de la era blockbuster tal y como la conocemos.
Sรณlo con esta hibridaciรณn, que por otra parte ya estaba presente en la pelรญcula anterior, Abrams podrรญa haber conseguido una muestra de cine de evasiรณn bastante interesante, pero ademรกs en esta ocasiรณn cuenta con la enorme ventaja de haber presentado ya a sus personajes en la pelรญcula anterior y el guiรณn puede moverse con mayor libertad para desarrollar sus mezcla de aventuras, intriga y ciencia ficciรณn. Eso permite que Star Trek: en la oscuridad sea una pelรญcula todoterreno en lo referido a su argumento: puede empezar como una trepidante secuencia de acciรณn, proseguir con una trama de conspiraciรณn acompaรฑada de una subtrama de padre-hijo de esas que tanto le gustan a Abrams relacionada hรกbilmente con el tema del liderato y la pรฉrdida del mando que nos remiten a la ciencia ficciรณn militarรญas, y antes de que nos demos cuentas estaremos subidos ya en la Enterprise para sumergirnos en una versiรณn distinta de uno de los momentos clave de la saga de viajes estelares en forma space-opera protagonizados por Kirk y sus muchachos. Esa รบltima fase de su relato le permite a Abrams dar una pista clave sobre lo que podemos esperar de su Episodio VII de Star Wars jugando con un intercambio de funciones de los personajes principales que de paso desvela su forma de entender cรณmo debe contarse una historia: asociando lo conocido y lo esperado por el pรบblico con ese giro de talento que es la materia prima de las sorpresas en el cine e impide que nos acomodemos en el seno de la trama. Acomodarse es el primer paso que da el espectador antes de empezar a aburrirse. Y si algo hay que reconocerle a las propuestas de ficciรณn de Abrams, sean mejores o peores, es que nunca deja que el espectador se acomode en lo previsible. El juego de intercambio entre Kirk y Spock aclara ademรกs que para el director el conflicto que se plantea entre ambos personajes y sus distintas personalidades, es la verdadera alma de la tripulaciรณn clรกsica de Star Trek, lo cual es un anรกlisis perfecto de la misma que incorpora con notable astucia a sus propios intereses como creador de ficciรณn. Los Kirk y Spock de esta revisiรณn de la mitologรญa de Star Trek no son los que siempre hemos conocido, sino una reformulaciรณn de esos personajes segรบn las inquietudes de Abrams y sus guionistas que ademรกs de actualizar a estos iconos de la ciencia ficciรณn consigue otorgarles un mayor interรฉs. Desde el punto de vista de los actores es fรกcilmente perceptible incluso para la mirada del crรญtico mรกs obtuso, vago o tocado por prejuicios que Chris Pine estรก mucho mรกs cรณmodo y controla mucho mรกs el personaje de Kirk en esta ocasiรณn que en la anterior. Otro tanto puede decirse de Zachary Quinto, a quien ademรกs Abrams le propone elaborar un Spock que es todo un homenaje al interpretado originalmente por Leonard Nimoy, quien cuenta entre sus mรฉritos haberle dado vida con su interpretaciรณn a un personaje que originalmente era bastante bidimensional. Nimoy contribuyรณ a refundar un Spock mรกs interesante en su etapa en las pelรญculas de la tripulaciรณn clรกsica y por eso ha acabado siendo incluso mรกs popular y reconocido que el propio William Shatner en el papel del capitรกn Kirk. Comprensiblemente, Spock es el personaje que mรกs le interesa a Abrams y eso se nota con el giro que impone a un momento clรกsico de la mitologรญa de Star Trek a modo de guiรฑo. El mismo esquema puede aplicarse a la introducciรณn de los klingon como antagonistas de la Federaciรณn, que es un eco de esos toques de โera Reaganโ y Guerra Frรญa con el bloque soviรฉtico que presidieron todo el cine de los ochenta y de los que se hicieron eco los largometrajes de la tripulaciรณn clรกsica en Star Trek III, Star Trek IV, Star Trek V y Star Trek VI. Lo interesante es cรณmo combina Abrams ese guiรฑo al cine ochentero con recreaciones visuales de los atentados del 11 de septiembre de 2001, utilizando como pretexto argumental la subtrama de terrorismo, conspiraciรณn y corrupciรณn incluida en Star Trek: en la oscuridad.
Lo cual me lleva a terminar este repaso de ideas sobre la pelรญcula aludiendo a su punto mรกs fuerte: Benedict Cumberbacht ejerciendo como antagonista. El protagonista de la serie Sherlock se presenta en clave camaleรณnica capaz de interpretar cualquier cosa que le propongan, clava al villano, otorga una pรกtina de brillante talento interpretativo a su personaje, y ademรกs en un cara a cara que mantiene con Quinto/Spock, me hizo pensar que serรญa un 007 perfecto, capaz de mezclar la elegancia de un Pierce Brosnan con el tono duro e incluso siniestro que tiene Daniel Craigโฆ Dejando de lado esa sugerencia un tanto friqui, quiero destacar que junto con el conflicto Kirk/Spock, la columna vertebral del argumento de la pelรญcula estรก tambiรฉn en ese conflicto Spock/villano que se me antoja particularmente reveladora de cรณmo construyen Abrams y sus colaboradores sus tramas y personajes, y da muchas pistas sobre por dรณnde pueden ir los tiros en Star Wars: episodio VII.
Por cierto, si alguien se pregunta cรณmo tengo la osadรญa de ponerle tantas estrellas, le dirรฉ lo que digo siempre: yo voy al cine a divertirme en primer lugar, y si ademรกs esa diversiรณn la consigo con un producto de calidad notable, como en este caso, aรบn mejor. El cine de evasiรณn tambiรฉn necesita estar bien construido y bien presentado, aunque su manera de hablarnos de los problemas de la existencia elija un camino mรกs trepidante y estruendoso que las reflexiones intimistas del cine de autor.
Buena compaรฑรญa para esta pelรญcula: Star Trek II: la ira de Khan, Star Trek III: en busca de Spock, Star Trek VI: aquel paรญs desconocido, y casi cualquier episodio de la serie clรกsica.
Miguel Juan Payรกn
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