Lo primero que quiero advertir sobre esta pelรญcula es que no se ajusta al tipo de cine de intriga que estamos acostumbrados a ver en nuestros dรญas, sino a claves y fรณrmulas mรกs propias del cine con suspense que llegaba a las pantallas en los aรฑos setenta y principios de los ochenta. Ha sido elecciรณn del director situar la historia en los setenta, en la dรฉcada en que fue publicado el relato de Richard Matheson que sirve como base a la pelรญcula, y que fue adaptado previamente a la televisiรณn para un capรญtulo de la serie En los lรญmites de la realidad. El relato se titulaba Botรณn, botรณn, y se lo recomiendo a todos los aficionados a las historias de terror con toque de ciencia ficciรณn, en las que Matheson, artรญfice de joyas como Soy leyenda y El increรญble hombre menguante, es un maestro indiscutible.
Lo primero que quiero advertir sobre esta pelรญcula es que no se ajusta al tipo de cine de intriga que estamos acostumbrados a ver en nuestros dรญas, sino a claves y fรณrmulas mรกs propias del cine con suspense que llegaba a las pantallas en los aรฑos setenta y principios de los ochenta. Ha sido elecciรณn del director situar la historia en los setenta, en la dรฉcada en que fue publicado el relato de Richard Matheson que sirve como base a la pelรญcula, y que fue adaptado previamente a la televisiรณn para un capรญtulo de la serie En los lรญmites de la realidad. El relato se titulaba Botรณn, botรณn, y se lo recomiendo a todos los aficionados a las historias de terror con toque de ciencia ficciรณn, en las que Matheson, artรญfice de joyas como Soy leyenda y El increรญble hombre menguante, es un maestro indiscutible.
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En ese sentido, me parece un ejercicio de coherencia del director que quiera ser tan fiel al texto original como para no actualizarlo y traer la peripecia a nuestros dรญas, lo que por otra parte le permite aรฑadir una pieza mรกs al puzzle de elementos extraรฑos de una trama astutamente tocada por lo siniestro: el rostro de Arlington Steward (el impecable Frank Langella), la sangre que mana de las narices de algunos personajes, la cita sobre la confusiรณn entre magia y ciencia de Arthur C. Clarke y el cuadro que la acompaรฑa, la humillaciรณn en la clase con el alumno siniestro o el accidente que sufriรณ la protagonista cuando era mรกs joven (que su marido narra sin que se nos muestre en un flashback consiguiendo asรญ que sea mรกs sugerente, pues como siempre lo que el pรบblico imagina del suceso supera a lo que podrรญan mostrarnos visualmente sobre el mimo), conforman un rompecabezas de lo siniestro que nos llega acompaรฑado por una mรบsica acorde con ese tipo de relato y como un juego de pistas que nos invita a participar en la historia e intentar desvelar desde el principio cuรกles son sus claves. Es esa naturaleza de juego de enigmas lo que me resulta mรกs atractivo de la pelรญcula, junto con el trabajo que realizan sus dos protagonistas, Cameron Dรญaz y James Marsden, jugando a contracorriente de sus propias imรกgenes y antecedentes cinematogrรกficos, en un ejercicio para esquivar el encasillamiento que debo decir me parece mรกs convincente en el caso de ella que en el de รฉl.
Tambiรฉn me gusta cรณmo plantea el director de forma sencilla la clave esencial de cรณmo se propone contar su historia, asรญ como el reparto de funciones entre los personajes principales. Entendemos desde el principio que es el matrimonio el protagonista de la trama, que la pelรญcula estรก contada desde el punto de vista de lo รญntimo y lo cotidiano, y se mantiene en esa clave incluso cuando el relato progresa hacia lo fantรกstico e introduce elementos visuales como el despacho sumergido desde el que trabaja Arlington Steward. Eso puede despistar a algunos espectadores que movidos por las tendencias del cine actual quizรก esperen una aceleraciรณn mรกs drรกstica hacia lo fantรกstico e incluso un giro en la manera de contar la historia mรกs cercano al desplegado en pelรญculas de reciente estreno como por ejemplo en Seรฑales del futuro, pero como he comentado ya esos no son los planes del director, que por otra parte irรญa en contra de su habitual forma de narrar adoptando esa fรณrmula. Recordemos que Kelly es el director de Donnie Darko, y esa es la clave que debemos tener presente cuando intentemos analizar su manera de narrar lo fantรกstico desde la รณptica de lo cotidiano, que responde antes a claves de cine de autor que a claves de cine de gรฉnero.
Todo lo dicho hasta el momento lo tengo apuntado en la lista de notas a favor de la pelรญcula, que me dejรณ un buen sabor de boca al finalizar la proyecciรณn y ganas de volver a verla en un futuro no demasiado lejano para apuntalar algunas ideas que me sugiere, porque creo que puede llegar a convertirse incluso en un tรญtulo de culto para los aficionados al cine fantรกstico y a la ciencia ficciรณn menos previsible.
En la columna de lo negativo sin embargo debo apuntarle a The Box un exceso de hermetismo que personalmente no me molesta pero que me temo va a restarle audiencia entre el pรบblico actual. Ademรกs resulta confusa en algunos de sus elementos. Especialmente poco clara queda la funciรณn del joven estudiante que humilla a la protagonista y me parece un personaje desperdiciado al que el falta un cierre en la historia, habida cuenta de la importancia que parece otorgรกrsele en el cuadro de los enigmas que la adorna en su arranque (la escena en el aula) y en su desarrollo (el enfrentamiento en la fiesta). Tampoco me deja muy conforme la elipsis un tanto brusca que se produce tras el accidente en la carretera, creando un anticlรญmax que incluso nos transmite la sensaciรณn de que falta una parte del metraje. Del mismo modo, la manera de cerrar la historia es innecesariamente opaca.
No obstante, ya digo que me apunto a un segundo visionado de esta pelรญcula, porque consigue crear una estimulante atmรณsfera de suspense sin acudir a los estรญmulos mรกs obvios del cine de nuestros dรญas, y agradezco ese cambio.
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Miguel Juan Payรกn