Buena historia de timadores y jugadores a la espaรฑola. The Pelayos es una pelรญcula inspirada en la vida de tan insigne familia, que encontrรณ un mรฉtodo real para desbancar a los casinos jugando a la ruleta, algo que nunca nadie habรญa conseguido y que parecรญa imposible. El sistema consistรญa en tener en cuenta las diferencias e imperfecciones de los distintos modelos de ruletas, que acaban provocando que diversos nรบmeros salgan mรกs a menudo, lo que, si se apuesta continuamente, a la larga hace que venzas al azar. No es mito, ni me lo estoy inventando. El tema es tan real que les prohibieron la entrada en los casinos de medio mundo, de Las Vegas a Montecarlo, mientras creaban una nueva ruleta que no pudiesen adivinar. Pero, mientras, ellos hicieron historia.
La pelรญcula no tiene por quรฉ ser fiel a esa historia, ni mucho menos realista. Toma de base a esos personajes para crear los suyos propios y, ante todo, para entretener. Y lo consigue de sobra. Consigue meternos en la piel de esta peculiar familia apoyรกndose en un guiรณn ligero, que nunca termina de explotar las posibilidades dramรกticas que ofrece (la ruptura de la familia, la obsesiรณn, el control de la figura paterna, la pรฉrdida de los sueรฑos personalesโฆ), porque prefiere explorar otras posibilidades, otros gestos, otra parte de la historia. Sรญ, toca esos temas de pasada y la sombra de la figura paterna planea siempre sobre el personaje central de Daniel Bruhl, pero no deja de ser una excusa, un juego de manos para despistarnos de lo que realmente le interesa a la pelรญcula, que es el gran nรบmero final.
Porque, aunque se trate de un sistema legal, lo que esta familia pretende es desbancar a un casino, con su particular villano llamado La Bestia, como si de una versiรณn de Oceanโs Eleven a la espaรฑola se tratase. De hecho los personajes de Miguel รngel Silvestre y Oriol Vila parecen los de Casey Affleck y Scott Caan en aquella, los hermanos siempre peleados. Pero tambiรฉn tiene un punto de picaresca espaรฑola, de humor negro y personajes estrafalarios propios de aquรญ (la china cantando karaoke, el propio personaje de Silvestre o Blanca Suรกrez, memorableโฆ), que recuerda a una versiรณn actualizada y mรกs alegre de Atraco a las 3.
El reparto es sensacional, por supuesto, no podรญa ser menos cuando se cuenta con nombres como el de Bruhl y Lluis Homar como protagonistas, perfectamente acompaรฑados por los antes mencionados y por Vicente Romero y Eduard Fernรกndez, este como el villano perfecto de la funciรณn. Eso sin olvidarnos de Marina Salas, que roba todas las escenas en las que sale, como viene siendo habitual en ella, o la presencia arrolladora de Hui Chi Chiu.
Eduard Cortรฉs dirige con envidiable ritmo, elegancia y sentido del humor, con un gusto por un tipo de imagen mรกs internacional que la que suele ofrecer el cine espaรฑol normalmente, tanto en puesta en escena como en fotografรญa. Y consigue entretener, hacer reรญr y hacernos disfrutar con los Pelayos, unos โtimadoresโ legales (nunca rompieron una ley), tan entraรฑables como brillantes. La taquilla deberรญa responder, porque es el tipo de pelรญcula que siempre acusan al cine espaรฑol de no hacer. La hemos hecho, ahora toca ir a verla.
Jesรบs Usero.
{youtube}y1WYmcgXXLg{/youtube}
COMENTA CON TU CUENTA DE FACEBOOK