fbpx
AccionCine tu revista de cine y series
21 C
Madrid
martes, septiembre 10, 2024
PUBLICIDAD

Todos tenemos un plan ***

Todos tenemos un plan ***

Todos tenemos un plan es cita obligada para los amantes del cine negro, de intriga y policรญaco en general.

Se estrena este fin de semana una de esas pelรญculas que conviene ir a ver cuanto antes, no sea que se nos escape de la cartelera y nos quedemos con las ganas de conocer esta pieza para completar el puzzle del cine negro, el cine policรญaco y las historias de intriga del aรฑo 2012. Una pieza esencial. Y muy interesante por distintos motivos.

El primer motivo de interรฉs para el aficionado a este tipo de tramas es su procedencia: Argentina. La localizaciรณn en la zona del Paranรก, un paisaje pantanoso que cobra protagonismo en la trama desde el primer momento, plantea un interesante cambio de entorno para los enredos policรญacos. Habitualmente las historias del gรฉnero suelen desarrollarse en un entorno urbano. Incluso extraen parte de su personalidad diferenciadora de la propia personalidad de las urbes en las que se desarrollan. Aquรญ la ciudad de Buenos Aires se mide con el impacto visual de esa zona rural, mรกs marginal, donde crece un mundo paralelo, a la orilla del rรญo. Allรญ los secretos mejor guardados pueden estallar en violencia y el crimen encuentra un caldo de cultivo primordial para desarrollarse.

Esa localizaciรณn en la rivera del rรญo imprime a Todos tenemos un plan personalidad propia en el notable ciclo de pelรญculas policรญacas argentinas, que cuenta con tรญtulos tan recomendables como Nueve reinas (Fabiรกn Bielinski, 2000), Un oso rojo (Adriรกn Caetano, 2002), La seรฑal (Ricardo Darรญn y Martรญn Hodara, 2007), El secreto de sus ojos (Juan Josรฉ Campanella, 2009) y Carancho (Pablo Trapero, 2010).

Pero ademรกs hay otro aspecto interesante para los aficionados al cine policรญaco en este largometraje: respira el tono del โ€œpolarโ€ francรฉs en muchas de sus secuencias y en sus personajes. Los dilemas del protagonista, que se mueve entre la libertad y la angustia, le convierten en una criatura del existencialismo. Por ese camino, el doble personaje interpretado por Vigo Mortensen tiene puntos en comรบn con los que habitan algunos de los ejemplos mรกs destacados del film noir francรฉs e incluso se acerca a algunos habitantes de la Nouvelle Vague en sus homenajes al gรฉnero negro.

Mortensen es el actor perfecto para este tipo de personaje que se encuentra perdido en tierra de nadie. No pertenece del todo ni a la ciudad ni al rรญo, al contrario que su hermano gemelo, totalmente integrado en el rรญo, y del que parece ser una sombra. La trama tiene algunos ecos bรญblicos de la historia de Caรญn y Abel, pero sobre todo es una historia sobre gente que estรก perdida. Y Mortensen vuelve a sacar partido a su capacidad para expresarse con la mirada, en un diรกlogo reducido al mรกximo donde se dice mucho con muy pocas palabras. Ese tipo de interpretaciรณn puede despistar a algunos, haciรฉndoles creer que el actor es inexpresivo, cuando en realidad ocurre justo lo contrario: saca el mรกximo con lo mรญnimo.

Tambiรฉn merecen atenciรณn especial las dos mujeres de la historia. Como en toda historia de cine negro, ellas parecen tener un plan cuando ellos sรณlo quieren seguir viviendo y ver quรฉ pasa. El diรกlogo se hace eco de esta idea. Encontramos en la pelรญcula dos mujeres mรกs fuertes e independientes que los hombres que habitan la historia. Dos mujeres que al contrario que ellos estรกn dispuestas a buscar el camino para dejar de estar perdidas. Ellas sรญ tienen un plan para salir del laberinto en el que se encuentran. Ellos no. Igual que las palabras medidas en el diรกlogo, Claudia (Soledad Villamil) y Rosa (Sofรญa Gala), son otro ejemplo de la economรญa narrativa y dramรกtica que caracteriza a Todos tenemos un plan. Aparecen poco en la trama, pero todas sus apariciones son esenciales y las hacen crecer como personajes. Ademรกs son fundamentales para mostrar cรณmo frente a su verdad, las mentiras de los personajes masculinos les hacen ir difuminรกndose, hasta extinguirse.

Estas claves juegan con el espรญritu del cine negro en una trama que incluye tambiรฉn momentos de violencia muy verosรญmiles y doblemente inquietantes porque resultan totalmente creรญbles. Los asesinatos que tienen lugar en la historia y sirven para diferenciar sus distintas fases o capรญtulos, no estรกn adornados para la ficciรณn. Lo mรกs inquietante de esas muertes es que muestran lo fรกcil que puede llegar a ser matar. Privadas de todo adorno y casi en clave documental, las muertes abren nuevos signos de interrogaciรณn sobre la moral de los personajes, impidiendo que el espectador pueda acomodarse en una identificaciรณn fรกcil y gratuita con alguno de ellos. Es inevitable que como espectadores nos identifiquemos con el protagonista, pero vive en la mentira y perseguido por una muerte, lo que nos mantiene en doble tensiรณn siguiรฉndole los pasos a lo largo de la trama. Es en ese terreno donde el aplomo de Vigo Mortensen para trabajar con pocas palabras crea un personaje de gestos y miradas que no deja de obligarnos a plantearnos preguntas sobre quiรฉn o quรฉ quiere llegar a ser realmente y quรฉ queremos nosotros que sea como espectadores.

Es un juego interesante respaldado por un personaje de villano que es tambiรฉn una vรญctima del laberinto en que se convierte la trama: Adriรกn (Daniel Fanego), perdido en su propio ejercicio de violencia. Y solo. Tremendamente solo.

En conclusiรณn: un muy recomendable ejercicio de cine negro en paisaje poco habitual, con excelente trabajo del reparto y una direcciรณn valiente que no se entrega al recurso fรกcil y se atreve a buscar en los personajes algo mรกs que los tรณpicos del gรฉnero.

Miguel Juan Payรกn

{youtube}3xKXUb6lWkY{/youtube}

COMENTA CON TU CUENTA DE FACEBOOK

Artรญculo anterior
Artรญculo siguiente

AccionCine - รšltimos nรบmeros

Paypal

SUSCRรBETE - PAGA 10 Y RECIBE 12 REVISTAS AL Aร‘O

Artรญculos relacionados

PUBLICIDAD

รšltimos artรญculos