Comedia dramática francesa sobre los azares de ser madre. Remi Benzaçon nos trae una película interesante y divertida, conmovedora por momentos, pero a la larga excesivamente reiterativa y pesimista en gran parte de su metraje, cuando uno llega a preguntarse demasiadas veces por qué sucede lo que sucede y del modo en que lo hace, algo que le sienta mal a la película, principalmente porque indica que algo falla en el guión y que nadie termina por saber cómo solucionarlo ni ponerle freno. Y eso provoca en el espectador una preocupante y creciente falta de interés durante algunas fases de la película. Por no hablar de una delgada línea que separa lo que uno puede creerse de lo que no…
La historia sigue a una pareja, aunque se centra especialmente en ella que es quien narra la película en voz en off. Desde los primeros momentos en los que uno se enamora y pasa a vivir con su pareja, hasta que llega el primer hijo, con todos los dolores de cabeza que ello acarrea y con una terrible pérdida de intimidad para la madre y para la pareja, no sólo a nivel sexual, sino a un nivel emocional más profundo y poderoso. Desde una depresión post-parto a una ruptura que hace que todo en lo que la protagonista cree, todo lo que la sociedad espera de ella y de su pareja, se derrumbe poco a poco.
Obviamente ni he sido madre ni puedo entender o comprender la complejidad emocional que conlleva el tener un hijo, desde el embarazo a lo que supone amamantarlo. Dicho esto, que suena a perogrullada pero que prefiero explicar antes de meterme en faena, la película en su primera parte opta por un tono de comedia ligera, elegante y muchas veces hilarante (el inicio de la relación en el videoclub, el compañero de trabajo del protagonista, los efectos físicos del parto, con ese doctor llevando a sus alumnos a ver a la madre, mientras alguno toma fotos con el móvil…). Es algo con lo que cualquiera, madre o no, puede sentirse identificado y que seguro hace reír. Los personajes son encantadores y el protagonismo de la bellísima Louis Bourgoin es simplemente delicioso a todos los niveles. La pregunta aprovecha para entrar en terrenos incómodos como las obligaciones de una madre, recuperar la vida social y sentimental…
Pero también llega el momento en el que la película deja de lado la comedia para tirar hacia el drama y enseñarnos consecuencias devastadoras de tener un hijo. Y ahí se les va de las manos, porque llevan el asunto a tal extremo que casi parece decir que cada mujer cuando es madre va a este lugar tan oscuro, y que cada marido se convierte en un poquito imbécil. Eso sin contar cosas como de dónde saca el dinero para el primer apartamento una pareja formada por un dependiente de videoclub y una estudiante… Pero con todo y sobrándole metraje, es una divertida y sincera película sobre lo que supone ser madre, que no se corta ni en lo bueno ni en lo malo. Algo que se agradece bastante.
Jesús Usero.
