Crítica de la película West Side Story
Asociado a Jerome Robbins, Robert Wise le pilló bien el punto a la renovación del musical en esta obra maestra del género que en mi opinión es mejor que Sonrisas y lágrimas de lejos. Pienso que a William Shakespeare le hubiera gustado la traducción de su Romeo y Julieta al cine en esta producción que tiene como trasfondo el clima de enfrentamiento étnico presente en las grandes urbes estadounidenses y en esa subtrama encuentra sus mejores recursos para una propuesta que finalmente tendrá que atender a la peripecia romántica como tema central, si bien su verdadera naturaleza y lo más interesante de la propuesta está en esa relectura actualizada de la obra que la inspiró.
Natalie Wood había conquistado ya corazones y ensoñaciones románticas del público masculino interpretando junto a James Dean Rebelde sin causa, otra fábula esencial del cine estadounidense de gran estudio sobre las turbulencias generacionales y las guerras que se estaban librando en sus zoológicos urbanitas. Aquella fue una guerra generacional de padres e hijos y esta un conflicto étnico. Pero las dos películas hacían buena pareja de baile, con Natalie Wood ejerciendo como puente entre ambas. Ganó diez Oscar, Película, Actor Secundario (Chakiris), Actriz Secundaria (Rita Moreno), Director, Fotografía en color, Dirección Artística en color, Diseño de Vestuario en color, Sonido, Montaje y Música. La nominaron a Mejor Guion Adaptado. En su reparto la pieza más floja era Richard Beymer, que como galán se quedaba algo llorón y blandengue frente a una Natalie Wood que le robaba cada escena que tenían juntos. Los secundarios le pasaron por encima a Beymer, Chakiris nunca volvió a tener un papel a su altura después de esta película, y Russ Tamblyn tampoco. Rita Moreno era un volcán. Costó seis millones de dólares. Recaudó más de 46 millones en todo el mundo.
Miguel Juan Payán
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