fbpx
AccionCine tu revista de cine y series
14.5 C
Madrid
viernes, abril 26, 2024
PUBLICIDAD

Zoolander 2 ***

Zoolander 2 ***Ben Stiller recupera la mirada acero azul del modelo más famoso de la historia del cine, en una secuela que combina con soltura el surrealismo gamberro con un elenco de tipos reconocibles hasta por su sombra.

El famoso actor de Algo pasa con Mary suele contar a los periodistas que le costó sangre, sudor y lágrimas financiar la primera entrega de Zoolander. El proyecto, basado en un ídolo de las pasarelas con un poder sobrenatural centrado en su impactante físico, no era muy del gusto de los grandes estudios; hasta que el boca a boca convirtió la película (denostada por la crítica y sin mucho apoyo mediático) en todo un acontecimiento viral.

Transcurridos quince años desde entonces, Derek Zoolander y su colega Hansel se han transformado en personajes míticos para toda una legión de seguidores; algo que ha calado hondo en la gestación de esta aparatosa y desenfadada continuación, la cual está organizada con un presupuesto mareante.




Stiller vuelve a dirigir y a protagonizar el filme (como ya hizo en 2001), al lado del inseparable Owen Wilson; pero en el camino mediado entre las dos partes ha quedado quemada la ingenuidad casi naif que caracterizaba al capítulo inicial.

Un guion deslavazado convenientemente en sketches simpáticos, y sin historia propiamente dicha, completa el curso de Zoolander Nº 2; y moldea con ese vacío pretendido el histriónico trabajo de sus intérpretes: esculpido con un barroquismo adecuado en algunas de sus escenas, y excesivo en otras.

Casi como si fuera una tira cómica dominguera, el argumento del largometraje avanza a trompicones, en torno a supuestos pelotazos activos como La fuente de la eterna juventud, la imaginativa explicación del primer modelo en el Jardín del Edén, los efectos apocalípticos encauzados por los gurús de los patronajes con estilo o la búsqueda continua del glamur ajeno a la oxidación tecnológica.

Aunque lo que realmente da empaque a la propuesta de Stiller es el escaparate de cameos, que ejecutan stars de la música y los desfiles. Justin Bieber en plan 007 teen, Sting como confesor paternal, Kiefer Sutherland como doloroso embarazado, Benedict Cumberbatch como modelo hermafrodita, Susan Sarandon en plan ninfómana… Todos ellos dotan a la aventura de Derek y Hansel de un elemento acrobático que anima a los espectadores a ir de risa en risa, sin darse cuenta del vaporoso armazón que soporta la movie.

Dentro de esa fórmula destinada a reventar las taquillas, hay momentos realmente brillantes; tales como el anuncio de colonia que se marcan a lo mitología salvaje Naomi Campbell y Ben Stiller o el paseo de Zoolander y su hijo por una Roma cargada de referencias visuales. Escenas que, sin embargo, no ocultan la endeblez del libreto; y que muestra su peor cara ante las apariciones artificiosas de Valentino y compañía, o frente a la delirante traca final programada por Mugatu y sus correligionarios.

En medio de ese extremismo de humorísticos trances, Penélope Cruz aparece damnificada con su caracterización a lo agente de la Interpol de Albacete, con look a lo Sofía Loren: un papel en el que la madrileña luce sus estupendos atributos corporales, además de permitirle tomar a broma todo lo que supone meterse en las vertiginosas curvas de una chica florero.

Jesús Martín

COMENTA CON TU CUENTA DE FACEBOOK

©accioncine


Jesús Martín
Soy un auténtico apasionado de las películas que despiertan la imaginación

AccionCine - Últimos números

Paypal

SUSCRÍBETE - PAGA 10 Y RECIBE 12 REVISTAS AL AÑO

Artículos relacionados

PUBLICIDAD

Últimos artículos