Un excelente drama a cuatro bandas, con un reparto que es puro lujo. Quizá no sean los actores más conocidos del mundo, ni el reparto más amplio del año, pero los cuatro protagonistas de este cuarteto de cuerda son cuatro actores como la copa de un pino. Y algunos de los que les acompañan son sensacionales también. No quiero decir con eso que nombres como Christopher Walken o Phillip Seymour Hoffman sean completos desconocidos, pero no son Tom Cruise ni Brad Pitt. Aunque les puedan dar lecciones de interpretación durante siglos. Y aquà dan una lección magistral haciendo que unas historias conocidas por todos funcionen como funciona ese cuarteto de cuerda. Una maravilla.
Cuatro mĂşsicos componen un cuarteto desde hace muchos años, uno de los más famosos del mundo. Pero con una triste noticia, la enfermedad de uno de ellos, los celos, las envidias y los temores de todos ellos empiezan a salir a la luz y amenazan con destruir las relaciones construidas durante dĂ©cadas, la mĂşsica, el arte y sus propias vidas. Un drama sobre lo que supone crecer, madurar o no, envejecer, la soledad, el miedo, la enfermedad y las relaciones, ya sean de pareja, de amistad, de familia o de trabajo. Una pelĂcula sencilla en apariencia, pero compleja en lo que realmente cuenta y cĂłmo lo cuenta.
Sobre todo porque el guiĂłn está bien construido y sabe llevarnos de uno a otro personaje, aunque el de Hoffman tenga en realidad más peso que el resto, pero eso es debido a que, como explica el personaje sobre ser segundo violĂn, Ă©l es el que une a todos los demás instrumentos. Es el puente entre el primer violĂn y los demás. Y en realidad su matrimonio con el personaje de Catherine Keener, su amistad con Walken, su enfrentamiento con Mark Ivanir, su relaciĂłn con su hija, Imogen Poots, o la que desarrolla con la bailarina de flamenco… todos pasan por Ă©l y por sus problemas. Él es el nĂşcleo porque Ă©l los comunica a todos. Aunque luego existan historias paralelas, como la de Walken y su enfermedad, que llega al corazĂłn por la vitalidad del personaje. O Poots e Ivanir, aunque esta sea la historia más floja, tĂłpica y peor hilvanada. Y aunque lleve a una de las escenas cumbre, el enfrentamiento entre madre e hija, Poots y Keener.
Al final es una pelĂcula sobre los lazos que nos unen, muy bien hilvanada y construida. Sorprende que, al tratarse de mĂşsicos, la pelĂcula tenga una banda sonora tan sutil o ausente. Aunque algunos temas, como la infidelidad, la enfermedad, el fracaso… no cuenten nada nuevo. Pero los actores… esos actores con una sola mirada te levantan toda la pelĂcula. Porque tienen tela que cortar en sus personajes, tienen una historia, bien construida e interesante, lo que convierte a este drama en una apuesta de calidad para quienes disfrutan de otro tipo de cine, lejos de los blockbusters. Tiene cosas de pelĂculas como Las Sesiones, La Familia Savages o Tierra Prometida, por hablar de ejemplos cercanos.
JesĂşs Usero
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