Secuela que ni asusta ni convence ni consigue emocionar en su mayor parte. Hace unos años surgiĂł una pequeña pelĂcula de terror llamada El Ăšltimo Exorcismo que empleaba el tema del falso documental para contar una historia centrada en una pequeña comunidad de Estados Unidos, profunda y olvidada, donde una joven parecĂa estar poseĂda y tenĂan que realizarle un exorcismo… o no. El grupo que lo filmaba todo vivĂa de primera mano una historia escalofriante donde primaban las sensaciones antes que los sustos, el mundo oculto de la AmĂ©rica más profunda, y una sensaciĂłn de peligro continuo, de amenaza presente en cada plano, en cada secuencia. Muy apreciada y apreciable. Por eso duele tanto esta descafeinada secuela.
La trama continĂşa prácticamente dĂłnde lo dejaba la pelĂcula anterior, con la joven Nell como Ăşnica superviviente de aquĂ©l exorcismo del que no recuerda nada, por lo que debe empezar casi de cero con su vida, acogida en una casa, donde poco a poco el terror regresará demostrando que hay demonios que están más ligados a nosotros de lo que parece. Aunque en este caso la fĂłrmula de falso documental desaparece por completo y nos encontramos con una pelĂcula rodada de forma clásica, pero con un guiĂłn lleno de tĂłpicos, lugares comunes y situaciones previsibles por momentos. SĂłlo se crece la pelĂcula al final, en los Ăşltimos minutos, cuando ya todo está perdido. Y en la creaciĂłn de la atmĂłsfera previa, en sus primeros instantes, cuando las sombras amenazan y el miedo de la protagonista se palpa en cada plano. Es el Ăşnico momento en el que la pelĂcula produce algo de tensiĂłn, porque segĂşn avanza la trama hay demasiadas cosas que chirrĂan.
ChirrĂa por ejemplo el tema sexual recurrente en la pelĂcula, que funciona al inicio en la secuencia del hotel que es bastante potente, pero que poco a poco (lo de la cama…) pierde fuerza y parece decir que el sexo libera al diablo. PelĂn retrĂłgrado el tema… Y ya cuando llegamos al tema del exorcismo… hay momentos de puro ridĂculo y falta de todo. Sobre todo de sustos. Porque si la atmĂłsfera la creas, añade un par de sustos efectivos a la fĂłrmula para que la gente salte en la butaca y podamos sentir aĂşn más miedo. Pues nada, nada de nada. Absolutamente nada. Ni uno sĂłlo. Porque los pocos intentos que hay fallan estrepitosamente…
El reparto hace lo que puede, aunque la protagonista carece de la frescura y la ingenuidad de la primera parte. Además cada vez que aparece Muse Watson no tiene rivales en pantalla y su presencia engulle a la parte más joven del reparto. Todo ello nos lleva a bostezar por momentos hasta la resoluciĂłn de la trama que tiene suficiente mala baba y suficiente oscuridad como para que nos preguntemos por quĂ© no tiraron por ese camino desde el inicio. Casi parece más una pelĂcula directa a vĂdeo que una que se pueda estrenar en cine, y queda muy lejos de otras muestras de cine de terror. Más Grave Encounters 2 que Insidious 2, por mencionar dos secuelas. Para esto que no haya más.
JesĂşs Usero.
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