Corre por la red como un reguero de pólvora la noticia de que Warner ya ha elegido al actor encargado de interpretar al nuevo Batman frente al Supermán al que dará vida por segunda vez Henry Cavill en El hombre de acero 2: ¡¡¡Ben Affleck!!!
Y lo cierto es que la noticia ha caído como un jarro de agua fría entre muchos aficionados que todavía están pensando inevitablemente en el Caballero Oscuro de Christopher Nolan interpretado por Christian Bale. Dejando desatados nuestros instintos más friquis, muchos nos habíamos hecho ilusiones pensando que finalmente el dinero haría valer su peso en este tipo de decisiones y una abultada suma puesta encima de la mesa por la productora más algunas palabras amables de Nolan en funciones de intermediario podrían convencer a Bale para volver a ponerse la máscara y la capa. El encuentro de Bale-Cavill habría sido un auténtico meteoro en la taquilla, pero se ha quedado en fábula y es comprensible que muchos nos sintamos como si nos hubieran pinchado el globo de las ilusiones friquis con la elección de Ben Affleck.
Sin embargo, tal y como hago en la vida real, yo en esto del cine siempre intento ser pesimista-optimista. Así que voy a hacer de abogado del diablo y cuando son muchas las voces que claman contra la elección de Affleck como Batman pretendo hacer en las siguientes líneas un balance de lo positivo y lo negativo que tiene dicha elección intentando ser lo más objetivo posible. Aclaro ya que esto no es una opinión forjada desde la profunda reflexión sobre el asunto, sino una serie de ideas cazadas al vuelo en mi último día de vacaciones que seguramente estaré masticando en los próximos días y seguramente saldrá una y otra vez en las conversaciones que mantengo con los compinches que nos siguen en la revista Acción.
Por supuesto antes de desgranar los pros y los contras que veo en la elección de Affleck, creo que conviene saber lo que opina del asunto el propio director de la película, Zack Snyder, que en mi opinión con su trabajo en El hombre de acero se ha ganado a pulso que le demos un voto de confianza en este asunto.
Snyder afirma: “Ben ofrece un interesante contrapeso al Superman de Henry (Cavill). Tiene la calidad actoral para crear una imagen de un hombre que es más viejo y más sabio que Clark Kent y lleva las cicatrices de un luchador contra el crimen experimentado, pero conserva el encanto que el mundo ve en el multimillonario Bruce Wayne. Estoy impaciente por trabajar con él”.
Lo primero que hay que aclarar es que, leída esta opinión de Snyder, está claro que desde el principio han optado por crear un Batman completamente distinto del que han construido con incuestionable brillantez Christopher Nolan y Christian Bale. Dicho de otro modo: el Batman de Snyder-Affleck no es el Caballero Oscuro de Nolan-Bale. Es Batman, el cruzado de la capa y por lo que podemos leer entre líneas en las declaraciones de Snyder, además va a ejercer un papel de mentor de Kal-El en su incorporación al universo superheróico al estilo de un “hermano mayor” que inevitablemente nos lleva hasta el siguiente paso en los planes de la Warner Bros. para los superhéroes de la DC en el cine: La Liga de la Justicia. Opino que en esa función de mentor-puente de El hombre de acero a La Liga de la Justicia no encajaría bien la visión más oscura y tenebrosa del personaje tal y como la ha desarrollado, insisto, con incuestionable brillantez y dando a luz tres clásicos del cine moderno, el tándem Nolan-Bale. Dicho de otro modo: ese no es un trabajo para el Caballero Oscuro, sino para un Batman más superheróico que gótico.
Y aquí llegamos al meollo del asunto: la visión del mundo de los superhéroes de Snyder no es la de Christopher Nolan. Principalmente porque Nolan parte de cero y ha creado su propia visión personal y totalmente intransferible de Gotham City con sus héroes y sus villanos, una irrepetible mirada al universo de los superhéroes que Zack Snyder no comparte. Planteo aquí una pregunta que puede aclarar más el asunto a los lectores: ¿Cómo habría sido la versión de Watchmen dirigida por Nolan? Respondan a eso con su imaginación y entenderán hasta qué punto la visión de Snyder y Nolan difieren a la hora de llevar a la pantalla a los superhéroes de la DC. Nolan parte de cero, toma como referente los originales y los reconstruye totalmente según sus propias constantes como autor, esas mismas características de autoría que algunos críticos despistados le niegan por el insignificante hecho de que se dedica a rodar películas de gran presupuesto y taquilleras que han elevado el cine de palomitas al nivel de obras maestras, mal que les pese a muchos. Nolan impone sus inquietudes como autor a los universos superheróicos, mientras que por el contrario Snyder está más interesado en explorar creativamente el concepto de adaptación de las viñetas a la imagen en movimiento y se ha convertido en un maestro en hibridar las formas de expresión del cómic y el cine en una variante expresiva que mezcla recursos de ambos medios con gran personalidad visual.
Por eso el Caballero Oscuro de Nolan-Bale sólo puede habitar con eficacia en una película de Nolan, de manera que la única manera de que funcione el encuentro de Batman de Nolan-Bale con el Supermán de Snyder-Cavill en El hombre de acero 2 sería que Nolan dirigiera la película, en lugar de Snyder.
Aclarado esto, era obvio que se hacía preciso buscar una alternativa a Christian Bale y partir de cero en la construcción del personaje. Llegados a este punto, la elección de Affleck despierta en muchos aficionados el fantasma de aquella floja versión de Daredevil que protagonizara el actor hace años. Pero lo cierto es que eso es como negarse a reconocer las enormes diferencias que hay entre el trabajo de Chris Evans en las dos películas de Los cuatro fantásticos y su encarnación del personaje del Capitán América en su propio largometraje sobre este otro superhéroe y en Los Vengadores. Creo que Snyder ha apostado porque el Affleck que hizo Daredevil y luego además, anecdóticamente, se puso el uniforme y la capa de Supermán para dar vida en Hollywoodland a George Reeves, el actor que consiguió el estrellato interpretando a Supermán, puede poner al servicio de una visión de Batman como figura de mentor maduro de Kal-El el talento de composición de personajes que además le ha permitido convertirse en uno de los directores más interesantes de nuestra época, con títulos como Adiós, pequeña, adiós, The Town: ciudad de ladrones y Argo. Es una apuesta arriesgada, pero calculada. Coincido en que Affleck es mejor director que actor, pero no estamos hablando de interpretar a Shakespeare, y creo que Snyder ha apostado por el instinto creativo de Affleck para componer el personaje.
Además, si me permiten le veleidad personal, soy un firme partidario de las segundas oportunidades, de las historias del Ave Fénix, de todas esas gestas bélicas épicas en las que un puñado de tipos resisten el embate de ejércitos enteros (¿recuerdan 300? ¿Zulú? ¿el sitio de Zaragoza? ¿el 2 de mayo de 1808 en Madrid?, ¿David y Goliath?) Odio juzgar un libro por las tapas. Me repugna pensar siempre lo más obvio. Y aunque me encanta la geopolítica y esos cálculos de tablero de ajedrez para predecir por dónde va el mundo, mi natural inclinación por experimentar el placer de ser sorprendido me lleva a apostar siempre por las peleas contra pronóstico.
Así que vale: Ben Affleck puede ser una elección discutible para interpretar al nuevo Batman, y sin duda todos teníamos candidatos que nos parecen más propicios y capaces para hacer ese trabajo. Pero me gusta que me sorprendan. Y estoy dispuesto a apostar contra corriente por esta elección.
Apuesto por Affleck por lo mismo que disfruté viendo cómo un tipo en camiseta y descalzo pero con mucho que perder les daba la suya y la del pulpo a un organizado comando de tipos bien entrenados y armados hasta los dientes en Jungla de cristal. Espero ver a Affleck resistiendo, cual espartano de Snyder, el asalto del nutrido ejército de críticas precipitadas que le van a caer encima antes de que el hombre tenga la oportunidad de rodar un solo plano de El hombre de acero 2.
Apuesto por lo imprevisible. Porque de lo imprevisible es de donde salen las gestas épicas y las grandes sorpresas.
Y no se me ocurre un personaje más épico en el universo de los superhéroes de la DC que Batman, el único personaje capaz de plantarse delante de Superman y cantarle las cuarenta aunque sepa que el de Krypton le puede arrancar la cabeza de un guantazo sin parpadear.
Sólo espero que no caigan en la trampa de hacer de Bruce Wayne un clon de Tony Stark.
Con eso ya me vale.
Y le deseo mucha suerte a Ben Affleck como el nuevo Hombre Murciélago, no como el Caballero Oscuro. Porque Caballero Oscuro no hay más que uno y lo interpretaba Christian Bale.
Miguel Juan Payán
En este link a change.org se hace una recopilación de firmas para solicitar a Warner que Ben Affleck no sea Batman
Y en este link a change.org se hace una recopilación de firmas para solicitar que Warner mantenga a Ben Affleck como Batman
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