Cine policรญaco duro, potente, como cabรญa esperar de la adaptaciรณn de una novela de Ken Bruen, uno de los grandes del relato policรญaco actual. Si ademรกs contamos con Jason Statham encarnando a uno de los personajes mรกs caรฑeros y carismรกticos que ha producido el gรฉnero en literatura en los รบltimos aรฑos, el detective Brant, egรณlatra, mal hablado, corrupto, capaz de tirarse incluso a la mujer de su mentor, gentuza de la peor especie, algo asรญ como el Bullit de Steve McQueen pero pasado vuelta y vuelta por el lado oscuro, la cita es obligada para todos los aficionados al cine de policรญas y una buena opciรณn para entretenerse con una trepidante historia de cazadores y cazados en un paisaje y con planteamientos y personajes alternativos a los del cine estadounidense, porque el asunto se desarrolla en Londres.
Crรฉanme: el cambio de paisaje se nota y se agradece. Visto que ya nos conocemos de cabo a rabo la geografรญa urbana norteamericana, ยฟquรฉ tal pasear por esta intriga de acciรณn โno de mucha acciรณn, porque predomina la investigaciรณn, pero no al estilo norteamericano- recorriendo las calles de la capital britรกnica? Atrรฉvanse que les garantizo que merece la pena cambiar de aires, y no sรณlo porque el cine policรญaco britรกnico tiene su propia personalidad, como demuestra esta pelรญcula junto a muchas otras joyas del gรฉnero cocinadas en Inglaterra desde los tiempos del blanco y negro (buceen en ese filรณn de cine policรญaco en el que podrรกn descubrir unas cuantas joyas del cine de temรกtica policial). Se trata ademรกs de que, al contrario de lo que puedan pensar los amigos del comentario fรกcil, vรญctimas de la miopรญa de lo previsible, esta pelรญcula no es una mรกs de la abundante filmografรญa de Jason Statham. A algunos los รกrboles no les dejan ver el bosque. Es cierto que la presencia de Statham marca a Brant definitivamente y que con seguridad no es exactamente el que conocemos por las novelas de Bruen, pero entre las opciones existentes, รฉsta no era ni mucho menos la menos recomendable. Statham es habitualmente vilipendiado por el tipo de cine de acciรณn en el que le vemos casi siempre, pero como animal cinematogrรกfico en este terreno no tiene competencia. Es mรกs que una variante de Bruce Willis adornada con las maneras de macarruzo londinense, y el papel de Brant le viene como un guante aunque no sea exactamente tal y como le habรญamos imaginado leyendo las novelas. En eso ya se sabe que cada lector se compone su propia versiรณn del personaje en la cabeza, de manera que es imposible que los encargados de reparto acierten a complacer a todo el personal. Es una batalla perdida de antemano. Pero en este caso,ย Statham es el Brant casi perfecto. Como afirma la frase promocional de la pelรญcula: un policรญa asesino a la caza de un asesino de policรญas. Y no me digan que la premisa no es buen anzuelo para llevarles a pasar por taquilla si les gusta este gรฉnero o instala cierto toque de curiosidad incluso aunque sean ajenos al mismo. ยฟQuรฉ puede salir de ahรญ?
Pues lo que sale es una trama de intriga con acciรณn cuidadosamente dosificada pero trepidante que fรกcilmente puede calificarse como una de las mejores pelรญculas que ha protagonizado Statham, y conste que yo no soy de los que le hace ascos a su filmografรญa, que casi siempre me entretiene y a la que he ido cobrรกndole mayor aprecio como cine de evasiรณn competente desde que vi la gamberrada de Crank (cierto: la segunda se la podรญan haber ahorrado, y lo mismo la tercera de Transporter, pero incluso con esas aberraciones encuentro una manera de sacarle jugo en clave de entretenimiento).
Asรญ que, vale, preparen las estacas y la hoguera que lo confieso: suelo divertirme viendo pelรญculas de Statham, creo que es un tipo que llena la pantalla al estilo de los Charles Bronson y los Burt Reynolds de los setenta, y para ser totalmente sincero en esta especie de declaraciรณn de principios, ademรกs el tipo me cae mejor que Bruce Willis.
ยกHala, ya lo he dicho! La intelectualidad vigente y suprema puede empezar a quemarme por tener tratos con el maligno, ceder a la tentaciรณn y pecar buscando la evasiรณn en el cine.
En Blitz Statham no sรณlo hace uno de sus mejores trabajos, cierto es que mรกs adaptando a Brant a su estilo que adaptรกndose al estilo de Brant, pero eso da lo mismo. El resultado es sobradamente convincente y sirve como motor para una peripecia urbana de perseguidores y perseguidos altamente satisfactoria para los amigos del buen cine de acciรณn. Porque el cine de acciรณn puede ser bueno, regular o malo. Como el cine de autor, que lo mismo te regala una joya impagable y preรฑada de talento que te propina un puรฑetazo en todo el ojo o te aburre la vida contรกndote cosas que no te interesan absolutamente nada aunque al perpetrador del delito cinematogrรกfico le parezca del mรกximo interรฉs. Y Blitz es muy buen cine de acciรณn. Mejor, con diferencia, de lo que hemos visto protagonizado por Statham en los รบltimos tiempos.
En todo caso, y para los despistados, repito: la acciรณn en Blitz es un adorno bien administrado como consorte de la trama de investigaciรณn, lo cual es bueno y mejora el resultado final del conjunto de la pelรญcula. Donde las producciones estadounidenses parecen estancarse en el miedo a que de repente no haya ni carreras, ni tiroteos, ni peleas, ni persecuciones, los britรกnicos saben que lo interesante es lo que ocurre antes y despuรฉs de la acciรณn, no durante. Y que ademรกs las secuencias de acciรณn, si son contadas, consiguen ser mucho mรกs interesantes y atractivas para el espectador. Sobre dosificaciรณn de la acciรณn basta con pensar simplemente en el ritmo de clรกsicos como Bullit o French Conection, donde la acciรณn estalla cuando debe estallar y no continuamente.
Las novelas de Ken Bruen son una forma de tomarle el pulso a nuestro tiempo recorriendo las calles de la ciudad y jugando con gran originalidad con los estereotipos bรกsicos del gรฉnero policรญaco. El hecho de que en las mismas el propio Brant sea un fanรกtico seguidor de las novelas policรญacas de Ed McBain es una declaraciรณn de afecto por los grandes del gรฉnero del propio autor y explica el camino emprendido por Bruen para narrar las peripecias de sus personajes, que navegan entre lo divertido, lo lenguaraz y lo descarado, a ratos recordando el vitriรณlico estilo narrativo de Reservoir Dogs o Pulp Fiction (ya que estamos, bueno serรญa ver una adaptaciรณn de Bruen al cine perpetrada por Tarantino, y ojo que en este caso el tรฉrmino โperpetrarยป es en positivo). Por ello en su esqueleto, con ese desfile de personajes interesantes que sin ser del todo secundarios acompaรฑan a Statham en esta peripecia, Blitz tiene mucho en comรบn con las novelas del Distrito 87 de Ed McBain (traducidas al cine y la televisiรณn en numerosas ocasiones, por ejemplo en El turbulento distrito 87, con Burt Reynolds como protagonista), aunque lo mรกs interesante de su propuesta va por otro camino. En su desarrollo es un ejemplo de procedural, ย la fรณrmula que narra la investigaciรณn de la policรญa, el procedimiento, pero dada la turbulenta personalidad de su protagonista, Brant, acaba convirtiรฉndose en una crook story, la trama policial narrada desde el punto de vista de los delincuentes, porque Brant, como el personaje interpretado por Denzel Washington en Dรญa de entrenamiento o el encarnado por Michael Chiklis en la serie The Shield, al margen de la ley, es un poli que habita en la frontera que separa la ley del crimen,ย y tiene un pie puesto en cada uno de los lados de la misma. Ese carรกcter fronterizo del personaje que tan bien ha sabido explotar en sus novelas Bruen, marca tambiรฉn a la pelรญcula, proporcionando muy interesantes resultados.
Miguel Juan Payรกn